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Cultura y libertad (2007 según J. Mª Marco)

surosaregas2.jpg Las elecciones confirmaron que esta Gran Revolución Cultural Identitaria no resultaba tan rentable como se esperaba. La primera víctima fue la propia Carmen Calvo. […] El giro se entiende bien si se recuerda que Rodríguez Zapatero piensa, como recoge un libro de Jordi Sevilla (Del nuevo socialismo, 2002), que en política “todo es posible y aceptable, dado que carecemos de principios, de valores y de argumentos racionales que nos guíen en la resolución de los problemas”.

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Clara Campomanes: Rosa Regás dixit (et pixi)

David Gistau en El Mundo: "No cabe duda de que Carmen Calvo y Rosa Regàs eran ejemplos aplicados a la cultura de cómo entiende el mérito este Régimen: la promoción al pesebre de los nuestros, de aquéllos con los que se está en deuda por los servicios de propaganda prestados o que simplemente resultan útiles como coartada para la cuota. Este fenómeno se acentúa en los cargos culturales, que apenas tienen incidencia en los asuntos de la alta política, sino que, aparte de aguantar sin dormirse la velada de los Goya, sólo exigen cumplir con un cometido sencillo y comparable al del cabo furriel: confeccionar las listas, no de los permisos de fin de semana, sino del reparto de subvenciones y de premios oficiales, en los cuales el único mérito requerido es también la vinculación sectaria.
Por todo esto, lo que se podía exigir a Calvo y Regàs es que fueran capaces de ganar las dos juntas un quesito al Trivial. Repasemos algunas sabrosas píldoras de lo por ellas dicho: según la cultura oficial, «Dixit» es un maldito roedor, Cervantes se fue a Argel a repartir abrazos de civilizaciones, el dinero público no es de nadie -los ptolomeos sí: son de quien los afanó-, el ladrón Barrabás fue crucificado a la diestra de Jesús, y ahora urge corregir los libros de Historia. Porque Clara ya no se llama Campoamor [la que conquistó el voto femenino en contra de socialistas y algunos conservadores]. Sino Campomanes, que es como acaba de rebautizarla Rosa Regàs cuando intentaba acogerse a sagrado en un ejemplo que le permita declararse una víctima de la misoginia y no de su propia ineptitud.
[...] Se ve que Regàs es mujer, y por tanto dispone de una inmunidad universal por más que sostenga un grosero discurso sectario y, según el ministro, haya fracasado en el cometido que le fue encomendado. Mientras que a Díez el sexo no le sirve de eximente en la condena dictada ya hace tiempo por su propio partido y que Regàs acata, obligada por esa obediencia a las siglas que es el pago del mantenido orgánico.
En realidad, contradicciones de este tipo no sorprenden en Regàs. No en vano, es el supuesto azote de totalitarismos que luego concede soporte moral al castrismo. Es quien llegó a plantearse el exilio por el ahogo y las censuras que decía sufrir bajo Aznar, pero que luego, una vez incrustada en el poder, festeja la posibilidad de que desaparezcan los medios que su maniqueísmo cejijunto estigmatiza como de extrema derecha. [...]

La defenestración de Vidal-Quadras (por Umbral)

En cuanto a lo que decía, no me entusiasmaba especialmente. Pero la forma de expresarlo era genial. Como homenaje, esta columna dedicada a la defenestración de Vidal-Quadras, publicada en El Mundo el 13 de septiembre de 1996:
"Barnizada y barroca, toda perejiles y tipografía en los párpados, con los ojos abiertos sobre los ojos cerrados, cabeza de peluquería sangrienta, ilustrada de Aldo Pellegrini, pajarita de coágulos, cortado cuello del smoking negro, luto por sí mismo, en bandeja de plata con adorno catalán/valenciano de Lladró, la cabeza de Vidal-Quadras es el trofeo prematuro, definitivo y cruento que ilustrará ya para siempre el paso de Aznar por el Poder. Sacrificó a uno de sus hombres más fieles, le rebañó la inteligencia con un abrecartas de La Moncloa, mandó peluquerizar aquel despojo y se lo ha remitido de vuelta al gran Pujol, por Seur, para que pongan la cabeza en una pica, plaza de Sant Jordi, junto a una antorcha encendida toda la noche porque ilumine de sangre y poderío el compartido trofeo de la infamia. El presidente Aznar, el liberal de Oropesa, no ha sido muy liberal con su hombre en Cataluña, y buena prisa se ha dado en buscarle picota a Vidal-Quadras, una a la medida, como los cuellos de camisa, para que no tire luego, no moleste al cadáver político. [...]
Cree que está gobernando, pero sólo está obedeciendo. La fuerza del PP no está ya en Génova, sino que estaba en la honradez y la voz de Vidal-Quadras. Culpable o no, Aznar no le decapita por eso, sino por complacer al feudocatalán. Aznar ha matado a un hombre en el que creía y esto hace vil el crimen, negra su justicia. Se traiciona a sí mismo, mata sin convicción, mas con esmero, y ya desde ahora es traidor a su escudo, es traidor a sí mismo, está proclamado. Cabeza por cabeza, un día Pujol le devolverá la suya, la de Aznar, a Felipe González, sobredorada de crema catalana y versos de Verdaguer. La Venecia barcelonesa es cruel, renacentista y justa. [...]"
El artículo completo en
¡A la calle! que ya es hora
P.D: Mi pésame también a las familias y amigos de Enma Penella y Antonio Puerta

Molina fuerza dimisión de Regás, nueva pasionaria

¿Por qué siempre ascienden los peores? Los más mediocres, sectarios y extremistas están en los puestos de arriba. Hay muchísimas personas cultas de izquierdas capaces de gestionar (que es lo que deben hacer) la Biblioteca Nacional. Sin embargo, Rosa Regás, sólo se dedicaba a salir en los medios de comunicación, y a malgastar más dinero de lo estimado para los años en que ejerció la presidencia. Por eso el nuevo Ministro de Cultura la ha obligado a dimitir. Según la propia Regás, César Antonio Molina le dijo que no había hecho “nada” en estos tres años de mandato, es decir, la cesa por perder el tiempo (diagnóstico piadoso, ya que por tal cosa habría que licenciar a más de la mitad de los administradores públicos). Pero en realidad, lo que argumentó Molina a Regàs es que no había hecho “nada más que crear problemas”. El viernes la Biblioteca Nacional se había negado a hacer pública la desaparición hasta que el propio ministro de Cultura tuvo que presionar sobre la difusión del robo. Cúal sería el concepto que tenía el ministro de ella cuando no la recibió por primera vez hasta el mismo viernes. Ya antes de hacer pública su dimisión, el desconcierto reinaba entre los trabajadores del centro. “Nos hemos enterado por la prensa del robo”, comentaban algunos de ellos para dejar patente la falta de comunicación oficial a los trabajadores. A diferencia de su antecesora en el Ministerio, Molina se mueve con buen sentido en un ambiente que conoce desde hace tiempo y ha aprovechado la primera oportunidad para desprenderse de una herencia desafortunada, a cuyo frente nunca debió ser situada por exigencias de la «cuota» catalana en los primeros tiempos de la legislatura.

Mala gestión
La mala gestión de Rosa Regás al frente de la Biblioteca Nacional podría explicar el colapso económico de la institución, aspecto que ha reconocido el mismo Ministerio de Cultura. La falta de respeto por los procedimientos de la Administración se evidencia con que cuando han faltado fondos, se ha cubierto el pago de estos gastos a través de la caja fija creada para cuestiones de urgencia. Además, la Biblioteca ya se vio obligada a solicitar en julio de 2006 la ampliación del crédito para poder cubrir las actividades culturales hasta fin de año. La falta de fondos ya se hizo notar durante la celebración de la Noche Blanca, cuando la Biblioteca Nacional fue la única institución que no ofreció a sus trabajadores el pago de 22 euros por trabajar toda la noche. Varios de sus miembros habían mostrado su preocupación por la obsesión de la directora Regás por exposiciones y actos relacionados con la República y la Guerra Civil, lo que supone que dinero que se debía emplear en digitalizar la Biblioteca, para ponerla a la altura de otros países, se gastaba en obsesiones personales. Se pagaban 1.000 euros por conferencia, sin tener muy en cuenta la calidad de los conferenciantes. Además, estas conferencias terminaban con cenas de amigos en el restaurante Nicolás, uno de los más prestigiosos de la capital.
Uno de los problemas que más preocupaban era el gasto derivado de la externalización de determinados servicios, como el servicio de prensa, apartando el que ya existía y otorgando estas funciones a Milagros Anaut, hermana de Alberto Anaut, editor de la revista Eñe, en cuyo consejo editorial se encuentra la propia Rosa Regás. Aun así, la mayor inversión real recayó en la adaptación de la web a las lenguas autonómicas y a los discapacitados, renovación que el Ministerio de Cultura entiende que no da un servicio útil a sus usuarios a través de la red y que además costó unos 72.000 euros en 2005, y según fuentes del Ministerio, más de 60.000 en 2006. Lo denunciable es que todo se ha hecho por adjudicación directa, sin el concurso público que toda inversión en una institución que va a pagar con dinero público debe presentar. Además, tuvo problemas con los expertos reprobaron en su día que diera permiso a una editorial amiga para fotografiar un códice extremadamente sensible, en contra del criterio de los especialistas, que entendían que peligraba su conservación.
Y es que Rosa Regás ha tenido cinco chóferes consecutivos, una secretaria personal externa, aparte de las dos secretarias que la institución le ha ofrecido y realiza múltiples viajes, algunos de ellos aprovechando para cumplir sus compromisos como escritora.

La nueva pasionaria
Comenzó sus apariciones mediáticas desde Buenos Aires acusando al Partido Popular de manipular el 11-M –por lo que agradecía a los artistas la presión ejercida en la calle-, y reconociendo que "la derrota del gobierno de Aznar, espectacular y milagrosa, fue la mayor alegría política" de su vida, "más grande incluso que la muerte de Francisco Franco y más que la subida al poder de Felipe González".
La Biblioteca Nacional
celebró unas jornadas de Puertas Abiertas que llenaron de ilusión a su directora. Tanto le gustó la iniciativa que propuso un brindis junto a los funcionarios de su institución –a los que más tarde llamaría delincuentes- por la salud de "la República". La polémica estaba servida y Regás un tanto nerviosa. Entre las declaraciones que hizo, pasó de echarle la culpa del brindis a uno de sus funcionarios, a defender su derecho a brindar por la República y verse obligada a matizar que se refería a la Segunda República, que la vio nacer. Una actitud que fue aplaudida por su valedora , Carmen Calvo.
Más tarde declaró en una entrevista publicada en el último número de Tribuna de la Administración Pública, que edita la Federación Sindical de Administración Pública de CCOO que: "los grandes logros sociales de este Gobierno se venden mal porque la prensa no es del Gobierno. Todos van a favor de la oposición. Afortunadamente, cada vez se venden menos periódicos". Sobre la situación política, la escritora aseguró: "hace dos meses que no leo la prensa, ni veo la tele, ni escucho la radio. Porque me inquieta tanto la crispación que no me deja trabajar. Sé a quien voto, ya sé los insultos y las mentiras por donde van, y no soy masoquista".
Las coces ideológicas, los revanchismos históricos y el lacayismo banderizo estaban de moda al comienzo de la legislatura, pero ahora lo que Zapatero está intentando es suavizar su mensaje y acercarse al "centro" de cara a la campaña eloctoral. Lo que pasa es que Regás, acaso por su costumbre de no leer periódicos, no se había enterado a tiempo del cambio de prioridades.
También declaró que ha pesado “la maledicencia de la prensa”: “Antes ya les ha pasado a muchas otras mujeres. No era agradable, pero he vivido con esto”.
Su última defensa de los dictadores ha sido el artículo de opinión “¿Por qué contra Chávez?” en el Periódico de Cataluña: "Pero también con el silencio se pueden transmitir al lector noticias escoradas hacia la defensa de la ideología de la agencia de noticias, el periódico, el periodista, o directamente, el poder. Las actuaciones de Chávez, el tan denostado presidente de Venezuela, llegan siempre cargadas de oprobio. Pero ¿cuándo se nos habla de los logros alcanzados por él en un país rico que encontró sumergido en la miseria y la corrupción?” Nadie habla de los aciertos de Chávez. Más bien nos dedicamos a ponerle de vuelta y media por presentar "una reforma constitucional por la que pueda ser elegido de forma indefinida". Aunque se olvida Regás de mencionar que Chávez había gastado tres millones de dólares en armas (a pesar de la pobreza que sufre su país) gracias a los ingresos del petróleo, el aumento del gasto público (Chávez pretende ahora acabar con la autonomía del Banco Central) o que su política con los medios críticos con su gestión. Y de eso saben mucho los directivos de Radio Caracas Televisión, la más vista en Venezuela a la que el Gobierno venezolano no renovó la licencia para continuar emitiendo en abierto.
Regàs ha sido una de tantas apuestas personales fallidas de Zapatero. En todo caso, esto es sólo el síntoma de una enfermedad de un sector de la izquierda: la concepción de que la cultura es patrimonio exclusivo de la izquierda en virtud de una supuesta "superioridad" moral e ideológica.

Coda: El 11 de julio Calvo Sotelo pronunció un discurso en el Parlamento hablando del caos ciudadano, tras lo que recibió la amenaza de muerte de la Pasionaria. El ministro republicano Salvador de Madariaga lo describe así: "Calvo Sotelo pronunció también un discurso (...). Cuando vovió a sentarse, entre aclamaciones y protestas de unos y otros, Dolores Ibarruri, la Pasionaria, del partido comunista de las Cortes, le gritó: "Este es tu último discurso." Y así fue". Efectivamente, como es bien sabido, Calvo Sotelo fue asesinado el 13 de julio de 1936 por policías de la republica de un tiro en una furgoneta policial, asesinato que marcó el comienzo de la Guerra Civil española.

Romance de Carmen Calvo

¿No echan ustedes de menos / su desparpajo y su flema? / ¿Sus espontáneas salidas, / su ignorancia enciclopédica, / sus meteduras de pata / o su falta de vergüenza? // ¿No encuentran que es un hallazgo / sólo digno de un esteta / elegir para ministra / de Cultura o lo que sea / a una señora que dice / —y suponemos que piensa— / que los conciertos de rock / de cualquier banda extranjera / nos representan mejor, / y hacen más por nuestra lengua, / que el Instituto Cervantes, / que le parece una mierda? //¿No les resulta gracioso / que una mujer que gobierna /a su capricho y antojo /en nuestras artes y letras /convierta al fraile en la fraila /si el fraile tiene dos tetas, /se lleve al Mediterráneo /los arenales de Huelva, /tache de «propositivo» /nuestro cine a la europea /—traducido al castellano: /el que aburre a las ovejas—, /y se quede tan campante, /y se vaya tan contenta? [...] Y en cuanto a las libertades, /lo tranquilo que te quedas /sabiendo que tus retoños /van a tener las que quieran: /la de cambiar a su gusto /de nación y de bandera, /y sobre todo, señores, /la de cambiarse de acera. /No hay cosa más importante /—«Calvo dixit» allá en Chueca— /que el derecho de los hombres /a tirarse lo que quieran /(pero no sólo en el mundo, /sino en todos los planetas). Sigue leyendo a Laura Campmany en ABC

Manuel Fraga-nunca-fue-liberal (I)

La Xunta de Manuel Fraga incumplió gravemente la ley en el proyecto de ejecución de la Ciudad de la Cultura en Santiago: pagó el doble del precio de mercado. Más información en La voz de Galicia.
Supongo que mucha gente, como yo, ha votado a Fraga en las autonómicas con la nariz tapada. A pesar de que es un político muy trabajador y que ama profundamente nuestra tierra, no comparte muchos de mis principios (yo sí uso condón). Lo malo es que la alternativa PSOE-BNG era mucho peor. Todos sabemos que los pactos son más caros y que el BNG aprovecharía el poder para "educar" a nuestros jóvenes como está haciendo. El PSOE hace de comparsa y se deja llevar con tal de conservar el sillón y el coche oficial.

Esta noticia me ha recordado un extraordinario artículo de Andrés Freire en Libertad digital:

"[...] Vista desde esa lógica, la cacareada promoción de las artes y la cultura es ante todo un modo de financiar con dinero de todos las diversiones de un reducido grupo de gentes. Yo mismo, lo admito, he colaborado en el expolio. En una ocasión, acudí a una exposición en el Centro Galego de Arte Contemporánea (sic). El edificio es magnífico y lo es más el parque que lo rodea, y por eso fui. Pues bien, tiempo después, tuve ocasión de leer un informe sobre museos españoles en el cultural del ABC. Entre los datos que aportaba, estaba el de que dicho museo costaba 400 millones anuales y en el año que yo fui lo habían visitado 30.000 personas. O sea, mi visita había costado a los contribuyentes gallegos ¡13.000¡ pesetas [78 euros]. Si alguno de ellos lo lee, le pido disculpas. Tampoco disfruté tanto.

Y lo peor está por llegar. El llamado Efecto Guggenheim ha convencido a muchas autoridades de que es posible conciliar un edificio faraónico que perpetúe su nombre con la rentabilidad económica. Varios dirigentes autonómicos se han lanzado a la construcción de su propio Megaproyecto cultural. En Galicia, me temo, la llamada Cidade da Cultura está bastante avanzada.
Su ideólogo es el Conselleiro de Cultura Xesús Pérez Varela. ¿Y qué razones le impulsan a construir un Guggenheim donde ya hay una Catedral como la de Santiago? Son dos los motivos que, según él, justifican esta inversión de 20.000 millones de pesetas. El primero es “la recuperación del orgullo de ser gallego”. El segundo es el de la rentabilidad económica del proyecto gracias a la atracción mediática y turística que generará.
Lo de la recuperación del orgullo de a nosa galeguidade pilla un tanto de sorpresa a los que no sabíamos que teníamos que estar avergonzados de ser gallegos. Y además, nos lleva a una nueva duda: el proyecto lo ha diseñado un arquitecto americano, y lo construye una gran empresa nacional. Por consiguiente ¿qué mérito tiene Galicia en todo ello, aparte de poner el terreno y los millones? En cuanto al segundo motivo, ojalá tan magna obra sea rentable gracias a su impacto sobre el turismo. Pero si este es el objetivo, lo suyo sería que la Asociación de Hosteleros y Comerciantes de Santiago fuera quien la financiara. [...]"