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Camaradas, los hermanos Castro están traicionando al comunismo

-Cuba agiliza títulos de propiedad.
-El Gobierno cubano descentraliza y simplifica los trámites en vivienda.
-Autorizan compra de casas.
-Cuba entrega las viviendas estatales a sus inquilinos.
Cuba ha reconocido uno de los valores más representativos del fascismo, la propiedad privada. Ahora la única pregunta que nos cabe hacer está relacionada con la próxima traición de Castro ...sigue en lugoliberal.es

Castro autoriza por fin el uso de móviles. ¡Viva el comunismo!

- La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) informó ayer en una nota publicada en el diario oficial «Granma» de que los cubanos podrán conseguir legalmente sus teléfonos móviles[...]. El Ministerio de Comercio Interior dio también luz verde la semana pasada a la venta libre de ordenadores y varios artículos electrónicos, como equipos de reproducción de vídeo y televisores. De acuerdo con fuentes de la compañía, dar de alta actualmente una línea de telefonía celular cuesta 111 cucs (76 euros) con un crédito inicial de 10 cuc (7 euros), en un país donde el salario promedio ronda los 10 euros ...sigue en ABC
El chavismo es la gran amenaza de Iberoamérica
- 5 expresidentes latinoamericanos ven al chavismo como la gran amenaza de Iberoamérica ...sigue

Ya es hora de levantar el embargo a Cuba

Albert Esplugas: "El embargo no es la causa de todos los males de Cuba. Cuba es pobre principalmente porque es comunista. Sin embargo, a Castro el embargo le ha servido para decir lo contrario: que los males que padece Cuba son por culpa del embargo, y el comunismo funciona a pesar del embargo. Como la propaganda del régimen es la única versión que se tolera en Cuba, muchos cubanos se la han creído, y en lugar de presionar al Gobierno para que aplique reformas se han vuelto más anti-americanos y más castristas. La suspensión del embargo no es la panacea, pero puede contribuir a la erosión del régimen. El comercio, la inversión y el libre movimiento de personas traerían más bienestar y nuevas ideas a la sociedad cubana. Habría más interacción entre estadounidenses y cubanos, y la interacción ayuda a cambiar mentalidades, que es lo que lleva a la población a exigir cambios. El bienestar genera una demanda de libertad política, mientras que las sanciones son utilizadas por el Gobierno para desviar las miradas y las críticas hacia los enemigos externos" ...Juan de Mariana
-Vídeo: Entrevista a Carlos Alberto Montaner.

Enseñanzas de Cuba y Puerto Rico. Democracia o comunismo (Luis Pazos)

En 1950, Cuba tenía un ingreso de 344 dólares por habitante, un 23% mayor al de Puerto Rico, que en aquel entonces era de 279 dólares.[...] De los años 50 a la fecha, los puertorriqueños han celebrado once elecciones libres. Han elegido a sus gobernantes entre cuatro partidos existentes, que se han alternado seis veces en el poder. Los gobernantes pueden ser reelegidos una sola vez más.[...] En el 2005 (último dato disponible) la renta per cápita en Cuba andaba por los 4.000 dólares; en Puerto Rico ese año alcanzó 19.300 ...sigue

Cubanos podrán consumir 75 g de carne al mes

(Vía Anghara) Fidel Castro había privado a los cubanos hasta de comer carne, pero a partir de ahora los ciudadanos de la Isla podrán consumir 200 gramos cada tres meses. (...) "Hay personas que me han dicho que no saben cómo van a comer la carne, porque hace tanto tiempo que no la ven", dijo Senaida Cosal, una anciana ama de casa.
La profesora Yairma Pérez mostró la media libra (227 gramos) de carne apuntada el 5 de octubre en su libreta de racionamiento. "Lo hemos recibido con mucha alegría, porque es una muestra del avance que ha tenido la revolución (...) Se ve cómo el país se va recuperando", comentó.
La carne bovina se vende en el mercado negro, donde los traficantes se arriesgan a fuertes condenas de cárcel, ya que dejó de venderse libremente unos años después de la revolución en 1959. Hasta que la implosión de la Unión Soviética hundió la economía en los 90 y castigó a los cubanos con años de escasez, la población recibía media libra de carne bovina al mes a través de la libreta de racionamiento.
PD: Un chiste popular cuenta que al escapar de un linchamiento comunista un huevo tropieza con un filete y le pregunta si no teme por su vida. "¿Yo? Si a mi nadie me conoce", responde el filete.

- La pobreza en Cuba (por Alberto Recarte)
- La pobreza en Cuba no es por el bloqueo, es por el comunismo

La pobreza en Cuba no es por el bloqueo, es por el comunismo

Para nuestra izquierda, los datos económicos de las experiencias socialistas no tienen ninguna importancia; no prueban nada. Los campos de concentración y los cadáveres, tampoco. La culpa de todo es del bloqueo, y punto. En 1959, Cuba ocupaba el tercer lugar por nivel de vida entre todos los países de América Latina, sólo por detrás de Uruguay y Chile. Hoy, el salario medio de un cubano, 9,4 dólares, llega justo para comprar un kilo de carne —8´65 dólares—. Los jubilados pueden conseguir cuatro filetes al mes, eso sí, a condición de que estén dispuestos a invertir en ellos el importe íntegro de su pensión de cuatro dólares. Leer más en Castilla-La Mancha liberal

Castro y El Che perseguían a los homosexuales

Algunos fragmentos del libro “Exposing the Real Che Guevara: And the Useful Idiots Who Idolize Him”:

Página XX: “Cuando Madonna se exhibe sin pudor con una camiseta con la cara del Che ¿no se da cuenta de que está haciendo propaganda a un régimen que criminalizaba la práctica del sexo homosexual y castigaba cualquier cosa que se considerara amaneramiento gay? A mediados de los sesenta el crimen de tener un comportamiento afeminado hizo que miles de jóvenes fueran arrancados de las calles y parques de Cuba por la policía secreta y llevados a campos de concentración. En un lema con un paralelismo con el de Auschwitz, entre los encargados de las ametralladoras apostados en las torres de vigilancia se leía sobre la puerta en grandes letras: ‘El trabajo os hará hombres’”.

Páginas 18-19. “Canek Sánchez Guevara, nieto del Che que escapó de Cuba, en una entrevista a la revista Proceso de México: ‘En Cuba no existe la libertad. El régimen quiere sumisión y obediencia… El régimen persigue a los hippies, homosexuales, librepensadores y poetas… Para ello emplea la vigilancia constante, el control y la represión’”.

Página 100: “… Castro dejó manos libres a su policía con los ‘elementos antisociales’, ‘pervertidos’ y aquellos que Che Guevara llamaba ‘lumpen’ (el término es indicativo de su famoso autor). El objetivo eran los jóvenes, con un énfasis especial en aquellos con el pelo largo, los sospechosos de escuchar rock and roll, los incorregibles religiosos y, especialmente, los homosexuales. A estos jóvenes el régimen les solía acusar de ‘peligrosidad predelictiva’. El pelo largo, una pinta rara, el gusto musical, unos pantalones apretados, la práctica del cristianismo sin tapujos, el origen familiar, la negativa a participar en fines de semana de trabajo ‘voluntario’, todas ellas eran algunas de las razones favoritas del régimen para hacer de un joven un violador de la moral revolucionaria.

… Este sistema de campos-prisión en los que estuvo Emilo Izquierdo y decenas de miles de jóvenes como él, se llamaba de ‘Unidades Militares de Ayuda de Producción’. El eufemista título oficial, UMAP, no podía ocultar el verdadero pretexto de los campos: trabajos forzados. En la Rusia de Stalin las iniciales GULAG significan lo mismo. Estos campos estaban completamente rodeados de altas alambradas, tenían ametralladoras en todas las torres de vigilancia y feroces perros vigilándolos. Como hemos visto, los campos para homosexuales tenían un letrero encima de la puerta de entrada en el que se leía ‘El trabajo os hará hombres’ que recordaba al lema de Auschwitz: ‘El trabajo os hará libres’.

Los campos UMAP implicaban trabajo extremo bajo el sol tropical y palizas y ejecuciones sumarias para los que no cumplieran los objetivos. Como en el campo de Guanahacabibes, ninguno de los prisioneros de UMAP había sido condenado, ni siquiera en la farsa de los tribunales castristas, de ningún crimen ‘contrarevolucionario’. Los camiones y las furgonetas de la policía simplemente rodeaban una zona de La Habana conocida como lugar de ligue homosexual, de reunión de roqueros o cercana a alguna iglesia. Inmediatamente todas las personas que se estuvieran en las cercanías eran arrastradas a los camiones a punta de pistola”.

El texto continúa relatando las barbaridades y torturas infligidas a los prisioneros con las excusas más peregrinas, y para los que no la hayan visto, se recomienda la película “Antes que anochezca” (Julian Schnabel, 2000) sobre la vida y muerte del poeta cubano homosexual Reinaldo Arenas (1943-1990). Este la verdadera cara del Che, ese “revolucionario” y “libertador” que muchos ignorantes adolescentes gays llevan en la camiseta. Este es el “luchador” que Zerolo homenajeó y del que dijo “Es el hermano mayor que todos hemos querido tener”. Vía Aquiles

Otra fuga más de deportistas cubanos

Fuga de boxeadores cubanos en los Juegos Panamericanos de Brasil

La fuga de dos "estrellas" del deporte cubano, los boxeadores Guillermo Rigondeaux, doble campeón olímpico y mundial del peso gallo, y Erislandy Lara, campeón mundial welter, marcaron una jornada en la que Brasil acecha, precisamente, la segunda posición en el medallero de los antillanos. Rigondeaux y Lara no se presentaron hoy al preceptivo pesaje previo a los combates y su nombre desapareció de los programas. vía Periodista Digital

Lo primero que he pensado al leer la noticia es que […] después de décadas de huidas, a miles, de la isla-cárcel, tiene guasa que a estas alturas los dirigentes cubanos quieran saber las razones del porqué salen por piernas sus niños mimados (deportistas) o sus… he estado a punto de escribir ciudadanos. Pero no, allí no lo son. Qué vergüenza ajena siento cada vez que las evidencias dejan al descubierto la política de los liberticidas, que son esos sujetos enquistados en sus respectivos países, donde el libre albedrío fue puesto en fuga hace décadas. Pero lo que me escandaliza aún más es que aquí, en España, se admire tanto la política castrista y se defienda incluso en Bruselas a gente de semejante calaña. Claro que esa admiración y esa defensa corren a cargo de sus primos hermanos ideológicos, de aspiración no menos liberticida a la par que disimulada. Vía Batiburrillo

Dos boxeadores cubanos no se presentan al pesaje
Los hombres nuevos de la revolucion, los deportistas aprovechan cualquier oportunidad para salirse de las garras de la macabra dictadura cubana. Enhorabuena hermanos. Vía Abajo Fidel

Cuba posee el récord mundial de atletas desertores

La policía cubana mata a un soldado que intentaba huir de la isla secuestrando un avión

El secretismo habitual de la dictadura cubana y el férreo control que ejerce sobre la prensa han hecho imposible el acceso a cualquier tipo de información oficial sobre este suceso.

Existen dos versiones facilitadas por trabajadores del aeropuerto que fueron testigos de los hechos. Según algunos la tripulación y parte de los pasajeros del avión, procedente de Santiago de Cuba, que quisieron secuestrar los dos reclutas intentaron saltar del aparato, y fue en ese momento cuando los policías abrieron fuego.

Otras versiones apuntan que los secuestradores exigieron a las autoridades la entrega de un avión con tripulación para salir del país. Fue entonces cuando se desató un tiroteo con las fuerzas de seguridad cubanas en el que al menos uno de los secuestradores murió y varias personas más resultaron heridas.

Los dos reclutas formaban parte de un grupo de tres que escapó en la noche del pasado viernes de una unidad militar de la localidad de Managua, en las afueras de La Habana.

Elizardo Sánchez
, que encabeza la Comisión Cubana de Derechos Humanos, explicó a Efe que durante la fuga se registró al menos la muerte de un militar de una de las unidades de Managua, aunque no pudo precisar las circunstancias. A partir de la huida, agregó, las autoridades del régimen ordenaron un despliegue militar para buscar a los prófugos en varias provincias de la isla.

Las ansias por abandonar la miseria y la opresión con la que el régimen comunista mantiene sojuzgados los cubanos, son el denominador común en estos intentos desesperados por abandonar la enorme cárcel en la que Castro ha convertido la isla.

vía Libertad Digital

Carta abierta de un preso cubano

Quien tiene techo de vidrio

Omar Moisés Ruiz Hernández
Prisión provincial Sancti Spíritus
Guayo 21 de enero 2007

Sr. Ricardo Alarcón de Quezada
Presidente: Asamblea Nacional del Poder Popular
La Habana

Señor:

Me dirijo a usted, por ser quien encabeza en Cuba y promueve internacionalmente la campaña por la liberación de los cinco compatriotas, presos en cárceles norteamericanas. Por lo mucho que he oído hablar de las condiciones de vida de ellos en esas cárceles, las cuales usted ha calificado de infrahumanas, presumo que usted nunca ha visitado una cárcel cubana, pues como dice el viejo refrán, que usted mismo gusta decir: "quien tiene techo de vidrio, no debe tirar piedras al tejado de su vecino".

Quien suscribe ha pasado los últimos cuatro años de su vida en cárceles cubanas (Prisión Provincial de Guantánamo, Prisión Provincial de Ciego de Ávila y Prisión Provincial de Sancti Spíritus) y puedo afirmarle que las condiciones de vida en las que me he visto son peores que las de los Cinco.

El famoso "hueco" donde ellos estuvieron 17 meses y del cual usted y otros dirigentes del Gobierno han hablado hasta el cansancio puede comparase con un hotel cinco estrellas si tomamos como referencia las celdas de castigo en las prisiones cubanas.

Hace poco leí un suplemento especial dedicado por entero a los Cinco. En él viene una foto del famoso "hueco" y un croquis dibujado por René González.

En la foto se puede apreciar que el "hueco" está todo azulejado y cuenta con una taza sanitaria, algo que ya marca una gran diferencia con los huecos cubanos; pero cuando vemos el croquis la diferencia es mayor. En el espacio que tiene 15 pies de largo por 7 de ancho, además de la taza sanitaria, cuenta con una ducha, una meseta y un asiento, cosas de las que también carecen los de aquí.

En cuanto a la litera, esta mide de largo el mismo ancho de la celda y tiene tres pies de ancho. Si yo estuviera en una celda como esa me sentiría mejor que como me encuentro en el destacamento en estos momentos.

Por sólo citar un hueco donde yo estuve por varios días, pero donde dos de mis hermanos de causa estuvieron durante los 15 meses que estuve en la prisión de Ciego de Ávila, le diré que estos tienen las siguientes medidas: 9 pies de largo por 4 de ancho y la litera mide 6 por 2 pies aproximadamente.

Un hueco en el piso que sirve como servicio sanitario y lugar para bañarse al mismo tiempo. Carece de todo lo demás que tuvieron los Cinco en su famoso "hueco". Bueno, creo que esto esta de más decirlo, ya que con estas medidas se debe presumir que no hay espacio para nada más.

En cuanto a condiciones de vida fuera de un hueco cubano, a veces creo que son peores, toda vez que tengo que convivir con delincuentes las 24 horas del día, soportando sus impertinencias, falta de respeto y estilo de vida que dista mucho de ser en el que yo me eduqué.

Siempre he estado en condiciones de hacinamiento. En la actualidad mi celda tiene 5,82 metros de largo por 2,75 metros de ancho, pero debo compartirla con 11 reclusos más, no tiene taza sanitaria, ni ducha y por supuesto que en ese espacio hay sólo lugar para las literas de tres pisos, 12 en total, que tienen las mismas medidas que las de las celdas.

Debo aclararle que aunque carece de taza sanitaria y ducha, en los mismos 5,82 por 2,75 metros hay un espacio para baño y el necesario hueco en una esquina que sirve de letrina y al cual llaman "turco"; al parecer por la posición en cuclillas que debe asumir el cuerpo para defecar y que según me dijo un médico tiene un parecido con la "silla turca".

En el pasillo de 35,3 metros de largo por 1,62 de ancho hay 12 celdas (11 habitadas), todas con las mismas medidas, donde convivimos 132 reclusos. Hay un sólo televisor en ese mismo pasillo. No existe un horario determinado para hacer silencio mientras dure la programación, por lo que en ocasiones la bulla perturba el sueño de los que preferimos dormir durante la noche, lo que puede considerarse como tortura y lo que creo no ocurre con los Cinco en las cárceles norteamericanas.

Por otra parte, y volviendo al suplemento especial al que le hice referencia al inicio de la carta, deduzco que los Cinco tienen acceso a un radio receptor, ya que en el caso específico de Fernando, dice (cita textual): "Por la ubicación de su panel no recibe la señal de ninguna de las radioemisoras cubanas", lo que hace suponer que las demás sí. Algo que ninguno de los 75 tenemos acceso, o mejor dicho de los 59 que quedamos en prisión.

Renglón seguido dice el citado suplemento: "Ha presentado problemas con la demora de su correspondencia". Otro cosa que yo y creo que todos mis hermanos de causa hemos padecido siempre. La correspondencia de los correos de Santa Clara (donde resido) y Sancti Spíritus (donde me encuentro) no demora más allá de uno o dos días, sin embargo las cartas que le envío a mi esposa están demorando hasta 30 días, y más, en llegarle y en ocasiones nunca han llegado. Lo mismo ocurre con las de ella y con las de mis amistades, a pesar de que mi esposa certifica todas sus cartas.

Los Cinco se escriben con el mundo entero sin tener intermediarios y al parecer además de Fernando, ninguno confronta este problema. También pueden recibir visitas de personas que no son familiares, otra cosa que para los 75 siempre ha estado vedada. Pueden ser fotografiados con sus familias en sus respectivas prisiones, aspecto que nosotros tampoco podemos hacer.

Luego de todos estos datos que marcan una significativa diferencia en cuanto a condiciones de vida entre ellos y nosotros, ¿podrá usted seguir diciendo que los Cinco se encuentran en condiciones infrahumanas? De ser así, ¿qué diremos nosotros? Sea cual sea la causa por la que ellos están presos, es diferente a la nuestra, ellos estaban haciendo su trabajo en un país extranjero a favor de un país enemigo del territorio donde se encontraban. Nosotros, por lo contrario, lo único que hicimos fue defender el derecho universal que nos confiere el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento del cual Cuba es signataria.

Para terminar quisiera citarles el artículo 8 de las Reglas Mínimas de Tratamientos a Prisioneros según aparece en un folleto de la Editorial Política de este país que ustedes utilizan para acusar al Gobierno americano de violar el caso de los Cinco.

Dice: "Los reclusos pertenecientes a categorías diversas deberán ser alojados en diferentes establecimientos según su sexo, edad, sus antecedentes y motivos de detención..."; algo que también el gobierno cubano viola, no sólo con los 75 y otros presos políticos sino hasta con los reos comunes.

Entonces, señor Alarcón de Quezada, después de todo lo aquí expuesto y que puede usted mismo comprobar, ¿tendrá el pudor de continuar tirando piedras al tejado norteamericano con relación a los Cinco y al tratamiento que reciben en sus respectivas cárceles?

Sin otro asunto, queda de usted atentamente,

Omar Moisés Ruiz Hernández
Recluso No. 2428906
Prisión Provincial de Sancti Spíritus

Las Damas de Blanco cubanas

En la primavera del 2003, la dictadura militar encabezada por Fidel Castro Ruz lanzó una terrible ola represiva contra aquellos cubanos que manifestaran su discrepancia con en régimen. Periodistas, sindicalistas y pacíficos opositores fueron represaliados en base a Ley 88 de 1999, conocida como la "Ley Mordaza", severamente criticada por su arbitrariedad y la discreción que otorga a los jueces.

A resultas de esas medidas, fueron detenidos y encarcelados 75 cubanos (conocidos desde entonces como Los 75). De ellos, tres obtuvieron la “licencia extra penal” y están exiliados: el poeta y periodista Raúl Rivero, el escritor y periodista independiente Manuel Vázquez Portal, y el activista político Osvaldo Alfonso Valdés. Otros once se hallan en libertad condicional en Cuba. El resto de los 75, la mayoría periodistas, se pudre en las prisiones castristas, sufriendo condiciones de reclusión infrahumanas, junto a presos comunes y con frecuencia a mucha distancia de sus familiares, obligándoles a desplazarse largas distancias en un país donde el transporte está en crisis y viajar es un problema.

En abril del 2003, las madres, esposas, hijas y hermanas de Los 75 se unieron para reclamar justicia para sus familiares. Son las Damas de Blanco. Después de cuatro años de lucha, estas mujeres no han cesado en su empeño, con el mismo coraje y humildad con el que comenzaron. Laura Pollán es una de ellas, una de tantas. Su marido, Héctor Maseda Gutiérrez, de 62 años, ingeniero electrónico, con un posgrado especial en física nuclear y un notable currículum, fue condenado a veinte años de cárcel, sin razón aparente. La historia de Héctor Maseda no es la de un anticastrista recalcitrante. Más bien el régimen, al que apoyó en sus comienzos, fue arrinconándole contra las cuerdas, poniendo a prueba su intachable honestidad. De esa manera, cayó en desgracia y fue hostigado laboralmente, como casi todos los cubanos, y empujado a la disidencia por integridad moral.

Laura acude a la iglesia de Santa Rita a seguir protestando y recibe en su casa al resto de las Damas de Blanco y a los cubanos de bien que acuden a ayudarla o a apoyarla, aunque sea con una charla. Como hizo Timmy (cuyo nombre no aparece por no perjudicar a terceras personas), un cubano de a pié, que escribió las siguientes reflexiones después de visitar a Laura en la primavera del 2007.

Las Damas de Blanco, por Timmy

-¿Y tú quién eres?- Fue la primera pregunta que me hicieron. ¿Quién soy? No soy nadie. Solo otro cubano cobarde. Saludé tontamente y como un autómata. ¿Qué les podía decir? No les llevaba nada, me miraban queriendo adivinar si yo llevaba alguna noticia, si les traía alguna esperanza aunque fuese mentira. Pero no. Yo solo tenía vergüenza, por no hacer nada, por no querer hacer nada. No sabía el nombre de ninguna, no reconocía las caras. Solo traía mi propio miedo de ver un día sentadas, a mi madre, a mi esposa, a mi hermana, a mis tres hijas esperando algo y que llegara un idiota sin palabras de consuelo, sin nada que dar, solo desconcierto.

-¿Tú eres cubano? Y el sí recibido con desilusión.

¿Por qué la pregunta, por qué la desilusión? Es fácil, porque lo único barato en Cuba son los cubanos. Porque los cubanos somos más fáciles de clasificar. Algunos usan una voz autoritaria que piden prestada para amedrentar mujeres. Otros son buitres que ven el dolor con ánimo morboso, buscan una anécdota para contar en las colas. Hay más categorías. Yo soy de los cobardes, de los que en cuatro años no hizo nada, ni siquiera ir un día a hacer el tonto. Los que llevan porras son malvados, el resto son inútiles. Por eso la pregunta es ineludible, allí y en todas partes.

Había dos extranjeros, corresponsales de alguna revista extranjera de "interés general". Recibí sus preguntas con hostilidad: ¿Desde cuándo conoces a las Damas de Blanco?, ¿Por qué viniste a visitarlas?... ¡Dios santo! Soy cubano nada más, parezco imbécil (y lo soy) pero vivo en Cuba, no soy sordo. Tú vienes de un mundo en que la gente come y se viste según su gusto, y no corres ningún riesgo de ser encerrado por escribir sobre las Damas de Blanco. Si acaso, te mandarán a casa y serás una celebridad de un día cuando cuentes con cuanta delicadeza te trataron los que te subieron al avión. Por eso mi contrapregunta: ¿Son de alguna revista deportiva? Para arrepentirme enseguida: no están allí por mí, nada sé de ellos y aunque sea sólo el morbo lo que los guía, tengo incluso que agradecerles: por la razón que sea, al menos estaban. Y ellos son inocentes, su vida es tan miserable como la de otro cualquiera, y son importantes solo para su hija o su madre o su esposa, indefensas e incapaces de cuidarlos. Solo los protege un frágil mandamiento de los gobiernos «No dañarás al vasallo de otro». Y su propio gobierno, por torpe y que repugnante que pueda verse, suscribe el mandamiento: «Cuidarás de tus vasallos». A diferencia del ¿nuestro? que sigue una variante distinta y más simple: «Harás daño».

Yo puedo, aunque soy un cubano cobarde, hablar de gobiernos, de alternativas. Pero Las Damas de Blanco no. Tienen más motivos, acumulan más sufrimiento, pero son cubanas y como tales, no tienen preferencias, no tienen gustos. Hay cubanos que sí, por ejemplo Fidel, quien atacó un cuartel del ejército y llevó a la muerte a más de 200 personas, en la cárcel comía jamón con membrillo y presumía de gourmet. Robaina vestía ropa negra porque le gustaba. Los cubanos comen y se visten lo que se encuentran por ahí, sólo Dios sabe como las Damas de Blanco consiguen ser las Damas de Blanco, porque gusto, no, no lo creo. Y la ropa trae una mordaza. No pueden hablar de gobiernos, de política, de otros cubanos. No pueden hablar del bien y del mal. Solo pueden llorar, solo pueden pedir que vuelvan a sus vidas los seres queridos. Les está vedado hablar de cambios, el régimen que encierra hijos, esposos, hermanos y padres no se siente lo bastante fuerte para ser cuestionado: la única ceremonia que admite es la de Príamo rogando al matador de su hijo. No son un movimiento político, ni mantienen otra demanda que libertad para su familia. Y el término significa en Cuba regresar a ser un delincuente en libertad condicional. O la suerte onerosa de licencia extrapenal, que el régimen usa como moneda para que sus víctimas no se le mueran entre las manos. Las Damas de Blanco son "apolíticas", un eufemismo para designar la desesperación: -«tómalo todo, pero devuélveme a mi hijo, a mi marido, a mi hermano, a mi padre»- Pero hasta manifestar el dolor es demasiado para la excesiva sensibilidad de los tiranos que las llama traidoras, mercenarias, lo que se les ocurra esa vez. Por el camino a la casa menudean los carteles de «Los cinco héroes», espías profesionales que fueron atrapados. El dolor es el mismo siempre, pero ¡cuánta diferencia en los atributos del dolor! Sus mujeres reciben llamadas en sus teléfonos celulares mientras se distraen en algún hotel. Me alegro por ellas, aunque soy rencoroso, no puedo dejar de pensar en que tienen algo que nos han quitado antes. Las mujeres que vi en casa de Laura murmuraban sobre un café inexistente, cambiaban de sitio un colchón, tenían paredes y cordeles llenos de papeles manuscritos con letras de colores que trataban fuesen artísticos. Yo los leía con esfuerzo, imaginando sus conversaciones: - «Que lo escriba Fulanita, que lo hace más bonito»-; -« No, mejor hazlo tú»- Por deformación profesional, miraba todo, con ganas de cambiarlo, de ordenarlo, de hacerlo inteligible, como miro las obligatorias consignas cursis de los murales de los centros de trabajo. Y me maldecía por pensarlo, ¿a quién rayos le importan todas esas mariconadas de tipografía, efectos de luces, razón aurea, distribuciones…? Recuerdo haber visto hace un tiempo una foto tomada en el ángulo correcto, con colores perfectos…Representaba un desnutrido niño africano siendo acechado por un buitre. Supuestamente, para conmovernos por la pobreza. Yo admiraba la técnica, y odiaba al fotógrafo que buscó una foto "inmortal", pero sin tiempo para salvar al niño. Y allí comprendía de pronto que yo era ese fotógrafo. Yo leí las noticias de "los 75" durante cuatro años, contento de no estar entre ellos. Y ellos, y las Damas de Blanco eran algo ajeno, su dolor era abstracto, cuando fui a visitar a Laura, pensaba en una charla tú a tú, quizás con intromisiones, pero manejable: «Hola que tal», «Muchas gracias por venir». Yo sería un tipo amistoso que la apartó momentáneamente de un trabajo doméstico, y podría retirarme feliz conmigo mismo, hablando de ayudas posibles.

Pero no esperaba encontrar tantas miradas, ser un foco de atención, desilusionar a tanta gente de golpe. No esperaba ni quería escuchar conversaciones fragmentarias, «…hace dos meses...», «…trasladar…», «…la visita…», sentirme como el elefante en la cristalería.

Y allí estaba yo, sentado junto a Laura, en parte por una confusión de palabras, en parte por incapacidad para simplemente largarme, balbuceando tonterías, mirando preguntas en sus ojos, haciendo y recibiendo frases hechas. Laura tenía prisa, necesitaba unirse a las demás y hablar con otros, que le llevasen esperanzas, no conmigo. Yo era un bicho raro, quizás un provocador, y en el supuesto de que dijese la verdad, ¿qué verdad era esa? ¿Qué compartía su dolor? Mentira. Yo sólo era un cubano despistado, que dejaría preguntas y comentarios. -«¿A que vino este?»-; -«¿Tenía que venir hoy?»-; -«A mi me pareció de la seguridad»-. Ojalá alguna diga, aunque sea sin convicción, por mera manía de polemizar: -«A mí me pareció sincero»-

Mi papel fue fácil: soy el cubano imbécil y cobarde que crea ruido por nada. Es un papel secundario, intrascendente, con pocos bocadillos. Cualquiera puede hacerlo. Yo lloré, pero no es imprescindible. Mis lágrimas no eran falsas, pero eran por mí, me sentía avergonzado, ridículo y culpable. Eran solo un signo de que me quiero mucho. Y tenía rabia, mucha rabia, por eso, porque mis culpas son mías, pero no dejaba de pensar en los carceleros y porque una de mis hijas dice que yo no sé llorar, nunca lo ha visto. Y ahí estaba yo, normalmente un comemierda presuntuoso, con ¡lágrimas! En una habitación extraña, rodeado de perfectos desconocidos, sin ningún motivo creíble para ello. Y enfrente, nada que golpear, solo una mujer de sonrisa apurada, llena de urgencias, para quien yo era solo un estorbo.

¿Qué más queda por decir? ¿Pedirles perdón por entrometerme? No vale la pena, sería un nuevo entromentimiento, un reclamo de atención absurdo. Y yo, en realidad, no necesito ni merezco que me perdonen, que me griten y me vituperen sería más lógico, pero no lo harán. Pero algo he logrado. Le prometí a Laura volver y puesto que no se negó, le tomaré la palabra para que le cuente a mi hija, un suceso baladí, con muy poco sentido. No sé si me comprenderá. Pero espero que ustedes sí, ustedes que fueron encerrados por cosas pequeñas y apenas importantes: solo una decisión a la vez, un día tras otro.

Por Juan Ramón Rallo