- La investigación revela que los causantes reales fueron los titulares del buque, una maraña de oscuras sociedades de paraísos fiscales y piratas del mar. Viejo y con un marco legal de seguros garantizados y adversos, lo que hubieran querido era el acercamiento, el estrellado en la costa y la imputación de responsabilidad al gobierno español. La gestión marítima fue correcta, en la línea general de estos casos.
- La gestión económica fue rápida y eficiente. Se neutralizaron rápidamente sus posibles efectos socioeconómicos negativos sobre las áreas afectadas, el sector y el conjunto gallego.
- Es importante advertir que DEBIDO A QUE EL SALVAMENTO ERA UNA COMPETENCIA ESTATAL, LOS COSTES SE REPARTIERON EN EL ERARIO PÚBLICO DE TODOS LOS ESPAÑOLES. Por lo que no hubo efecto depresivo, sino que se encajó sin problemas. (Esto molesta mucho a los nacionalistas; pero si Galicia hubiera sido Independiente, entonces el coste de limpieza, subvenciones y apoyos, hubiera tenido repercusiones importantes. El valor económico de la Unidad de España se puso claramente de relieve).
- Al hacer un análisis individualizado por cada una de las IX Rías Marítimas gallegas, se ve que no tuvo impacto depresivo. Primero por el propio efecto de mercado, menos pesca pero más precio, con ingresos superiores en los casos importantes. (Salvo justamente
- La evolución socioeconómica de las zonas siguió su pauta habitual. Y el conjunto de la economía gallega, en la senda expansiva que ya había alcanzado. El Catastrofismo fue un mito más.
- La clave para evitar catástrofes radica cambiar el cuadro de la legislación americana; el propietario y titular son de entrada los responsables. Han de viajar con buques solventes y preparados para las contingencias temporales y de todo tipo. Deben autodisciplinarse. De lo contrario deben asumir las consecuencias. Apenas tienen catástrofes.
- En los últimos capítulos se tratan estos aspectos así como la necesaria unidad nacional ante estas irresponsabilidades de las mafias internacionales marítimas. Aquí incluso sacralizadas – Mangouras- con tal de utilizarlas políticamente.
PD: Lo que sí falló, y no se toca es este libro es la Política de Comunicación de la Xunta de Galicia. El eterno problema del PP. Entre la impericia, las divisiones internas y los intentos de utilizarla para la rápida sucesión interna, se lo pusieron en bandeja a una oposición demagógica y nacionalmente irresponsable. Que llegó a unas cotas de mentira que solo tendrían parangón en los sucesos posteriores de Irak y el 11-M.
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