Pedir que se cumpla la Ley no es de "fachas"

Hacía casi un mes que no veía a Jose. Somos amigos de toda la vida. Siempre compartímos la afición por el deporte, la lectura y las cervezas con los amigos. También compartíamos libros ya que los dos éramos socialistas moderados no nacionalistas. Ahora ya no quiere probar a leer los libros que le recomiendo. A mí no me importa leer los suyos, pero él tiene miedo a volverse un ”facha” (a pesar de que empieza a entender que los liberales somos antifranquistas). El caso es que últimamente hablamos poco de política. Simplemente deslizamos algún comentario irónico o tratamos temas sin importancia. El otro día, después de ponernos al día de lo que habíamos hecho este mes, no lo pudo evitar y me soltó una Gabilondada: “Mariano está cabreado por que no LE ponen la bandera”. Jose no es así. El aumento de crispación de Gabilondo, Nierga y compañía le están nublando la lucidez. Debe ser que estamos en precampaña. Por eso voy a tratar de explicarlo. Pedir-que-se-cumpla-la-ley-no-es-de-fachas. Cuando admites, el Ministro de Justicia Bermejo, que la ley no se cumple y eres demócrata tienes dos opciones. Hacer que se cumpla o cambiarla. Eso no lo decimos sólo liberales y conservadores. Algunos socialistas también lo creen. Otros creen que el cumplimiento de la ley se puede matizar si beneficia al “bien común”. Lo malo es que beneficia casi siempre al bien común del PSOE, no de los ciudadanos. Veamos lo que opina la valiente socialista Rosa Díez. Ahora le llaman facha, derechista y mil cosas más (será también por el “bien común”), pero en 1999, cuando encabezó la candidatura del PSOE al Parlamento europeo, aunque el partido estaba sumido en una profunda crisis, consiguió el mejor resultado de los socialistas en estos comicios, pese a competir con un PP que estaba en pleno periodo de éxito económico. En aquel momento los socialistas la consideraban una heroína. Bien, pues su discurso no ha cambiado. Esto es lo que piensa sobre el cumplimiento de la Ley de banderas. Resumo de su blog en Basta ya:
“Dicen que es Alcalde de Bilbao porque es un nacionalista atípico. Dicen que gana él porque Bilbao, antigua plaza liberal, le pega a su caracter como un guante de seda. Yo no creo que sea tan atípico. Diría más: yo creo que es un nacionalista típico. De esos que se pliega con extrema habilidad a cualquier circunstancia. Probablemente es muy poco nacionalista desde el punto de vista ideológico o sectario; pero es un nacionalista típico, entendiendo como tal el que sabe donde está el poder y con quien hay que aliarse para vivir bien. Como la mayoría de los que votan PNV en el País Vasco: que tienen de nacionalistas lo justo para orientarse bien.
Nunca se le ha visto dar una batalla en el seno de su formación. Ni fuera. Sobrevuela con las dosis justas de cinismo, populismo y gracejo. Lo ha hecho ahora con la sentencia del Supremo en relación a la bandera: "Si tuviese poder para quitar todas las banderas en el mundo, las quitaría hoy mismo. En este mundo las banderas sólo han servido para confrontarse". O con la última entrevista publicada en El Correo de ayer a propósito de las fiestas: "Ya no puedo admitir un PNV a tortas todo el día con España". Tomen nota : "YA"... y "CON ESPAÑA". A eso es a lo que yo le llamo la dosis justa. Estoy segura de que muchas "buenas gentes", de esas que creen que Euskadi es del PNV y que la solución es encontrar al nacionalista bueno, que muchos de esos dirigentes políticos que creen --como muy bien señala Xavier Pericay en el último artículo publicado en la página de Basta Ya-- que lo mejor que le ha pasado al País Vasco es Josu Jon Imaz, estarán encantados con el contenido de esa entrevista. Seguro que ninguno de ellos se percata que quien dice YA es porque antes le pareció bien; que quien dice "con España" es porque no se cree parte de España; y porque cree que partido (cuando se trata del PNV) y país son la misma cosa. Seguro incluso que creen que quitar todas las banderas es una buena idea. Son los buenistas; los coyunturalistas; los relativistas. Los del qúe más da y el todo vale o el como sea.
Quienes así lo ven, quienes consideran que lo mejor que le ha pasado al País Vasco es Imaz, no sienten la necesidad de que la ley proteja nuestros derechos, de que la Constitución tenga su oportunidad en Euskadi. Son los que viviendo aquí sufren el síndrome de Estocolmo; o los que jamás vinieron aquí para otra cosa que para organizar reuniones secretas, dar mítines ... o asistir a funerales. Pero que terminan..., y se van. Parecen haber olvidado que la permisividad y la impunidad con que se vulnera la ley son las culpables de que sigamos siendo el único rincón de la la Europa de las libertades, la justicia y la seguridad en el que esos valores siguen siendo una reivindicación en vez de un derecho de todos los ciudadanos.
Los gobernantes están para cumplir y hacer cumplir las leyes. Y nosotros, los constitucionalistas, exigimos que se cumplan. Es nuestro derecho; pero es además nuestra necesidad. Pues menos frasecitas, y al tajo. A tortas, con los que queman autobuses y nos persiguen por las calles. Y las banderas, en su sitio. No es la bandera de España la que provoca confrontación; lo que esa bandera representa es lo que la hace inadmisible o despreciable para los terroristas y/o los nacionalistas. La bandera de España no es un trapo. Es el símbolo de la Constitución del 78. Es la representación del Estado; es nuestra garantía; es el símbolo de nuestra Nación, de la España constitucional y democrática. La bandera de España proclama en cada rincón del País Vasco que estamos en territorio constitucional, protegidos por las leyes que han de garantizar nuestos derechos de ciudadanía. La bandera es nuestro escudo. Los nacionalistas no lo necesitan; los constitucionalistas, sí. ¿Quien nos protegería en ausencia del Estado?”

1 comentario:

Crispal dijo...

Yo de momento he decidido poner la bandera de España en mi blog y animo a todo el mundo a hacerlo. Ojalá ondeara la bandera de España en todos los blogs españoles sin distinción de ideología.