Por Fernando Díaz Villanueva
De hablar pausado y tranquilo, Pío Moa es hoy el historiador más polémico de España. Uno de sus libros, Los Mitos de
¿Cómo empezó a interesarse por la historia?
En principio era una afición muy vaga. En el Ateneo intenté montar muchas cosas, incluso una asociación hispano-irlandesa que funcionó muy bien y que hundió la Junta de Gobierno del Ateneo, pero ninguna prosperaba. Al salir del Ateneo, ya en los años noventa, empecé a interesarme seriamente. Mi mujer fue decisiva porque esto del Ateneo no iba a ninguna parte, era una pelea continua, querellas, juzgados.... Aquí, en el Ateneo de Madrid, es donde me di cuenta de lo importante que es la ley...si la ley falla aquí me asesinaban. Una vez fuera me puse a investigar sobre la guerra civil, mayormente para aprovechar el 60 aniversario de su comienzo en
Dicen que su obra es un refrito de autores franquistas como Salas Larrazábal o Martínez Bande....
Las conclusiones que uno extrae de los documentos socialistas refrendan en gran parte lo que decían Martínez Bande o Salas Larrazábal, lo cual demuestra que es cierto, que lo que yo digo es cierto. Y más teniendo en cuenta que abordando la guerra desde un punto de vista opuesto al de Salas Larrazábal o Martínez Bande, que es el que yo he utilizado, se llega conclusiones parecidas.
¿De cuál de sus obras se siente más orgulloso?
La principal es Los orígenes de
¿Qué cree que ha aportado al debate historiográfico?
Creo que, entre otras cosas, he aportado la demostración de que
¿Alguna de sus principales tesis ha sido refutada seriamente?
No. Como dice Stanley Payne, ni siquiera lo han intentado. En cinco años, ni siquiera han intentado refutar seriamente una sola de mis tesis. Se han quedado en el ataque personal, que si el pasado etc. Stanley Payne lo ha explicado tan bien que pone en evidencia a la universidad, y cuando hablo de la universidad no me refiero sólo a los mandarines estos de izquierda, sino a los demás, que no han sido capaces de plantarse. Es una desvergüenza asombrosa.
1 comentario:
Antonio Lugano, homem brilhantissimo
Publicar un comentario