En principio, el hecho de que un ciudadano argentino sin titulación universitaria, sin haber realizado el servicio militar y sin haber practicado nunca trabajo alguno pase a la Historia como el héroe de una revolución cubana, médico de profesión, comandante y símbolo de los trabajadores y los pobres del mundo no dejaría de tener su gracia si el personaje en cuestión no hubiera sido el responsable directo de miles y miles de asesinatos.
El autor de este libro, Fernando Díaz Villanueva, acaba de entrar en la treintena; es licenciado en Historia y periodista. Díaz ha sabido unir en su libro, parte de
Antes de ser el Che, Ernesto Guevara, nacido en 1928, fue un niño de clase media amado en su familia. Era un muchacho divertido y holgazán, pero cuando creció se convirtió en un aventurero: le gustaba más vagabundear por regiones de
Durante sus viajes por América, en los que vivía del dinero ajeno y no trabajó más que un solo día descargando mercancías en un puerto hondureño, no mostró ninguna ideologización. Disponemos de una abundante correspondencia donde aparecen sus escasos sentimientos políticos sobre los derrocamientos de Arbenz en Guatemala y Perón en Argentina. La conversión del Che comenzó por medio de una mujer, Hilda Gadea, en México, con la que se casó. Su esposa le incitó a interesarse por Marx y Lenin hasta el punto de ocupar su cabeza con las tres ideas políticas que tuvo en su vida: gran afinidad con los partidos comunistas, convicción de que todos los problemas de Latinoamérica radicaban en el norte del continente y una mistificada idea de que la violencia y la fuerza bruta eran el camino para resolver los problemas políticos de un país.
Entonces conoció a Fidel Castro el cual, tras su intentona golpista en el cuartel de Moncada, tenía en mente la idea de formar un comando de guerrilleros en México para tomar el poder en Cuba. Aunque dudó al principio, poco a poco fue integrándose en el grupo de cubanos rebeldes e a participar plenamente en los entrenamientos del rancho de Santa Rosa. Los preparativos para asaltar Cuba se aceleraban.
Nada más desembarcar en Cuba y esconderse en Sierra Maestra, el Che empezó a mostrar su gusto por la sangre: mató a algunos guerrilleros y colaboradores. Una vez derrocado el régimen de Fulgencio Batista, Ernesto Guevara fue destinado a la fortaleza de La Cabaña que era un lugar discreto, alejado de la capital y preparado para lo que que allí se quería hacer: juicios sumarios y fusilamientos en masa. Fidel vió en el Che al hombre perfecto, y no se equivocó: “Hay que trabajar de noche”, decía Ernesto, “no hacen falta muchas averiguaciones para fusilar a uno […]. Nuestra misión no consiste en dar garantías procesales a nadie, sino en hacer la revolución”. Y vaya si
Con la dictadura castrista en el poder comenzaron sus primeras consecuencias: miles de cubanos partieron al destierro; se suprimieron los derechos más fundamentales (“los trabajadores cubanos de ninguna manera pueden ir a la huelga” sentenciaba el nuevo Ministro de Industrias, el Sr. Ernesto Guevara); se instauró el Trabajo Voluntario, por el que los cubanos debían dedicar sus fines de semana a trabajar en los muelles, las fábricas o los campos de la nueva isla; se empezó a fusilar a todo aquel que levantara la cabeza o no gustara al mandamás de turno (al Ché le molestaban especialmente los homosexuales o “putos”, como él decía); se construyeron campos de concentración; aparecieron las cartillas de racionamiento (en un país que no conocía el hambre); etc.
Mientras tanto, Ernesto conoció la suavidad de las moquetas y la comodidad de los despachos en puestos tales como la dirección del Banco Nacional o el Ministerio de Industrias. Pero fueron pasando los años y se fue convirtiendo en un cadáver político, por lo que en abril del 65 partió hacia el Congo para extender la oleada comunista por el continente africano, pero no lo consiguió. Todo terminó en un auténtico desastre. Allí había militares de verdad y no pudo lograr lo que tan fácil le había resultado en Cuba. Pasó otro año apenado e ignorado difundiendo “el odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo”. “Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve: a su casa, a sus lugares de diversión”, decía igual que podría haber dicho hoy en día Ben Laden.
El 9 de octubre de 1967, en las montañas de Bolivia, seis balas atravesaron el cuerpo del hombre que a tantos había atravesado antes. Ernesto Guevara es uno de los personajes más conocidos del siglo XX. Figura en camisetas, pósters y fotografías. El guerrillero argentino es una de las pocas banderas que resistió la caída del Muro y la liquidación de los regímenes del socialismo real (comunismo). Por ello, esta biografía es necesaria, para conocer a este tipejo con el que los demagogos pueden violar el alma de los jóvenes, de la misma forma que los pederastas seducen a sus víctimas.
4 comentarios:
isto non deixa de ser un insulto, debe foder non poder cun mito....
no estoy de acuerdo con nada de lo que esta escrito, o esque no ha leido nada sobre el¿?¿?
Antes de hablar coja y lease la biografia...
cabronazooo!!!!! deje de escribiir mierda q le sale de la boca q huele ,mal
Me encantan su variedad de razones para desprestigiar este documento... Yo que ustedes no me fiaria de las biografias s muy facil mentir en ellas...
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