Entrevista a Enrique Múgica en El Mundo

Entrevista a Enrique Múgica en El Mundo (vía Criterio)

El Mundo publica hoy (enlace de pago) una entrevista a Enrique Múgica, Defensor del Pueblo, coincidiendo con la celebración del juicio por el asesinato de su hermano Fernando a manos de ETA:

PREGUNTA.- Usted ha dicho que el llamado proceso de paz es una barbaridad. ¿Por qué? ¿Qué está fallando?
RESPUESTA.- Sí, he dicho que el proceso de paz es una barbaridad, y sé que esa palabra es muy tajante. Todos deseamos la paz, pero lo que hay que ver es cuál es el precio de la paz. El Gobierno está usando un lenguaje democrático: dice que no se va a pagar ningún precio. Pero la banda terrorista y su brazo político ilegal hablan un lenguaje totalitario, y establecen que el precio por la paz son los presos, Navarra [y parte de Francia] formando parte de Euskadi y el proyecto de autodeterminación. El Gobierno nos pide que no hagamos caso del lenguaje totalitario, pero hay precedentes, y yo, que soy un hombre de razón, que no un hombre de fe, pido elementos de confianza para no hacer caso al lenguaje totalitario. Pido datos para no hacerles caso. El lenguaje democrático debe tener firmeza para alcanzar la paz.

P.- En la última entrevista me dijo que el fin de ETA era su rendición incondicional, y que en esta historia tiene que haber vencedores y vencidos. ¿Sigue pensando igual?
R.- Claro que tiene que haber vencedores y vencidos. En Euskadi no hay una guerra, por eso no me gusta la palabra proceso de paz. Hay casi 900 asesinados por la banda terrorista, y por eso tener en cuenta las víctimas es muy importante. Las víctimas deben ser siempre el memorial permanente e indispensable de que en el País Vasco hubo una banda asesina que postulaba un proyecto totalitario. Las víctimas exigen que ese proyecto totalitario desaparezca, y exigen que ETA sea vencida. El final de ETA debe ser su rendición.

P.- Las víctimas hablan de memoria, dignidad y justicia.
R.- Un Estado de Derecho que no se sostiene en esos tres pilares es una nación que empieza a menoscabarse como nación democrática.

P.- De entrada, ETA ya le ha dicho al Gobierno que cumpla sus compromisos. De haberlos, tendríamos que saber cuáles son, ¿no?
R.- Yo no sé si existen o no compromisos con ETA, pero hay un compromiso previo del Gobierno de que no va a haber precio político.¿Cómo se responde a eso? Con claridad en la exposición. Cuando ETA y Batasuna proclaman que éste no es un proceso de pacificación, sino de construcción nacional que culminará con la autodeterminación, tenemos que responderles. Y no hay que responderles solamente que la autodeterminación no existe en nuestro ordenamiento jurídico. Hay que mirarles a los ojos y decirles a Batasuna y ETA que se despidan del derecho de autodeterminación, de una operación en Navarra que no sea deseada por los navarros y de que los asesinos no cumplan sus condenas. No vale el lenguaje abstracto, hay que decírselo claramente.

P.- ¿A usted qué le pareció esa foto de Patxi López con Arnaldo Otegi, del PSE con Batasuna?
R.- Me produce perplejidad que algún dirigente del PSE se dirija a Batasuna. ¿Cómo se les puede pedir por favor a unos terroristas que se legalicen? ¿Pero qué es esto? ¿Hasta dónde hemos llegado en el disparate? Estamos en una situación realmente rocambolesca en grado máximo. Yo creo que Ponsol de Terrail, el autor de Las aventuras de Rocanbol, estaría maravillado con cosas tan peregrinas, que están perfectamente dentro de su concepto de novela.

P.- Lo peor es que ellos dicen que no van a cambiar de nombre, que es el Gobierno quien debe derogar la Ley de Partidos.
R.- El problema es que se le pide como un favor a Batasuna que se legalice, pero ellos no quieren legalizarse, quieren seguir siendo el brazo político de la organización terrorista.

P.- Lo que dicen los analistas es que hay una profunda división en el mundo de ETA, y por eso en Gara dicen que ha habido compromisos, y Otegi lo niega.
R.- Que no me digan que hay diferencias. ETA y Batasuna son lo mismo. ETA se manifiesta a su manera, y yo veo sus proclamas y sus pretensiones, y eso es lo que tengo que ver. Sería irrisorio que me metiera en la piel de lo que pasa en ETA.

P.- Usted ha sido ministro de Justicia. ¿Qué piensa cuando se le pide a los jueces que se adapten a los tiempos que corren?
R.- ¿Qué es eso de que el juez tenga en cuenta los hechos circunstanciales y la coyuntura política? El juez está para aplicar la ley y dictar una sentencia en relación al delito. Y la ley ha de ser cumplida. Si el juez tuviera en cuenta la coyuntura política en la aplicación de la ley, estaría llegando a límites de prevaricación. Podrían prevaricar tanto el juez que hace eso como los que incitan a esa posibilidad. El cumplimiento de la ley es algo fundamental en democracia para el mantenimiento de la seguridad jurídica.

P.- El Gobierno ya ha dicho que va a mantener la Ley de Partidos, pero, si se mantiene y no se aplica, ¿no es mejor derogarla o modificarla?
R.- Todo el mundo dice que no hay que modificar la ley, lo dicen el Gobierno, el PSOE y el PP. Y si no se modifica, que se cumpla la ley. Si usted quiere que el juez aplique otra cosa distinta, hay que cambiar la ley. Mientras no cambie la ley, el juez debe aplicarla con equidad en relación a las personas, y también tendría que tener en cuenta todos los comportamientos, incluido el desacato y desafío permanente que hacen a la Justicia los etarras que son juzgados.

P.- El día del encuentro PSE-Batasuna, la madre del socialista Pagazaurtundua acusó a los socialistas vascos de traidores y dijo que, si cedían, su hijo habría muerto en vano.
R.- La imagen de la madre de Pagaza me atenazó el corazón. Me recordaba el asesinato de mi hermano.

P.- Usted, cuando mataron a su hermano, dijo que ni perdonaba ni olvidaba, ¿lo sigue manteniendo ahora que se va a celebrar el juicio o si le pidieran perdón les podría perdonar?
R.- Yo ni perdono, ni olvido, porque el contexto real es que no sólo no piden perdón, sino que justifican el asesinato, que es un instrumento. Lo dicen cuando van a los juicios, donde mantienen actitudes salvajes, como hicieron los asesinos de Miguel Angel Blanco. Ellos deben pedir perdón, y después cada víctima debe hacerse su composición de lugar. Es libre de aceptarlo o no.

P.- A su hermano le mataron de dos tiros en la nuca por ser socialista, y es precisamente su partido quien ahora plantea estas cosas.
R.- Efectivamente, a mi hermano lo asesinaron por defender el Estado de Derecho y ser socialista, lo asesinaron de forma brutal. Era mi único hermano y mi mejor amigo, su ausencia me pesa de una forma incalculable. No he podido olvidarme de él ni un solo día. Pero mi hermano fue uno más. Mataron a otros muchos socialistas, a Buesa, a López de la Calle..., y mataron a aquellos que se oponían a un proyecto totalitario, fueran del PSOE o del PP, a periodistas, a agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado...Y todas esas muertes de quienes pagaron con su vida la defensa del Estado de Derecho no pueden ser inútiles.

P.- ¿Qué le ha parecido ese asunto de que un policía dé un chivatazo a los etarras para evitar que les detengan y desmantelen la red de extorsión de ETA?
R.- Eso se está investigando, y confío en que esas investigaciones lleguen a buen puerto. Confío que el ministro del Interior esté dedicado a esa tarea. Igual que pienso que Alfredo Pérez Rubalcaba en algunas negociaciones del Estatuto de Cataluña ha hecho cosas dignas de ser criticadas, como ministro del Interior está haciendo una labor eficaz.

P.- ¿Y le parece bien que se creen esas dos mesas de negociación fuera del Parlamento?
R.- Se pueden hacer todas las que mesas de partidos que se quieran, pero dentro del Parlamento. Cuando se habla de que los vascos decidan, yo digo que los vascos ya deciden dentro de la Constitución. Pero si van más lejos, también tendrán que decidir los andaluces, los catalanes, etcétera, que han formado entre todos este gran país como parte de esta nación histórica.

P.- El presidente del Gobierno dijo en EL MUNDO, solemnemente, que «primero la paz y luego la política». ¿Eso se está incumpliendo?
R.- Yo creo que no es tiempo de la política todavía. Jamás debe ser el tiempo de la política si la política tiene atajos para conducir a contraprestaciones desde las mentes totalitarias.Yo en eso confío en que José Luis Rodríguez Zapatero siga así.

P.- Ahora resulta que Batasuna no se llama así, sino la izquierda abertzale.
R.- En el lenguaje totalitario eso es habitual, lo malo es que nos contagiemos de ese lenguaje.

P.- ¿ETA debe entregar las armas antes de que se legalice Batasuna?
R.- Yo estoy de acuerdo con lo que dijo hace unos meses la portavoz del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien afirmó que lo primero es que ETA tiene que entregar las armas. Lo demás ya veremos.

P.- ¿Qué le parece la posición del PP en todo este asunto, que le haya negado su apoyo al Gobierno en un tema tan esencial?
R.- Cada vez hay una mayor necesidad de que los dos grandes partidos se entiendan en los temas fundamentales, porque el consenso es necesario en las grandes cuestiones, y ésta sin duda lo es. Lo que quieren prácticamente todos los españoles es que se sienten los dos partidos y arreglen los problemas. El Gobierno debe dirigir la lucha antiterrorista, pero cuando ésta está vinculada a problemas de la estructura de Estado, no puede pretender que la oposición diga amén a todo. La oposición debe ayudar al Gobierno y buscar puntos de encuentro. Si no se hace así, no hay salida.

P.- ¿El binomio paz por presos es factible? ¿El Gobierno tiene algún margen de actuación que no sea el acercamiento de presos o la revisión de condenas?
R.- Yo en eso no me meto. Lo primero es que entreguen las armas.

P.- ¿Usted cómo intuye que acabará todo esto?
R.- Yo creo que los valores democráticos terminarán imponiéndose, y que la libertad llegará a todas partes. Y con la libertad vendrá también la paz. Desde luego, ETA no puede ser vigilante de la paz.

P.- ¿Usted piensa recurrir el Estatuto catalán?
R.- Todavía no ha aparecido en el Boletín Oficial del Estado, pero el Defensor del Pueblo debe formar sus decisiones desde una perspectiva estrictamente técnico-jurídica, no política. Una vez estudiado el caso tomaré una decisión.

P.- A usted, cuya madre era judía, ¿qué le parece lo que está ocurriendo en Oriente Medio y la posición de Israel con Palestina y el Líbano?
R.- Creo que Israel tiene derecho a defenderse.

P.- ¿Por qué?
R.- Israel es la consecuencia de una doble causa: la esperanza milenaria y la matanza de seis millones de judíos asesinados por el solo hecho de serlo. Si cede, Israel podría perecer y podría ocurrir lo que el presidente de Irán ha dicho: que Israel debe desaparecer.

P.- Pero la reacción en el Líbano parece desproporcionada, ¿no?
R.- Los cohetes disparados por Hizbulá son suministrados por Irán a la milicia chií libanesa, y en estos momentos Irán trata con esto de desviar la atención mundial hacia su ambición de crear armas nucleares. Por eso la defensa es necesaria. El Gobierno libanés debe desarmar a las milicias, como el presidente de la Autoridad Nacional Palestina debe desarmar a Hamás.

P.- Las fotos de niños y familias masacrados son terribles...
R.- Son terribles las fotos de todos los niños muertos, vivan donde vivan. Sin embargo, en parte de la prensa española se está revelando un antisemitismo que no es nuevo. Hay que saber de dónde provienen las cosas. Y analizarlas con calma, para que España no sea alegre y confiada.

P.- ¿A qué se refiere?
R.- El terrorismo islamista ha provocado más de 200 asesinados en Bombay hace unos días, y antes provocó el 11-S, el 11-M, los atentados de Londres... Si el islamismo provoca desde su pensamiento totalitario una situación de inestabilidad en Marruecos, con quien tenemos buenas relaciones, ¿qué pasaría con las ciudades españolas del norte de Africa si el terrorismo islamista se propagara?

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