Socialistas que no aceptan el pacto ante ETA a cualquier precio

(06/06/2006) Gotzone Mora, antes de ser expulsada: "En nombre de quién hablas, yo soy del PSOE"
Lo ha repetido hasta la saciedad desde que Zapatero comenzó la deriva en la lucha antiterrorista. Gotzone Mora ha llegado a confesar que siente vergüenza de pertenecer al PSE por culpa de políticos como Patxi López o el propio presidente del Gobierno. Este martes, desde la tribuna de invitados del Congreso, no pudo callarse. Cuando Zapatero hizo alusión a los socialistas vascos y a la intención de negociar con Batasuna gritó: "¿En nombre de quién hablas? Yo soy del PSOE". La frase fue respondida con una ovación desde los bancos del PP. Después fue expulsada. Con ella abandonaron el Congreso el resto de invitados de la AVT.
La militante del PSE-EE y presidenta del Foro de la Inmigración de la Comunidad de Madrid, Gotzone Mora, abandonó la Tribuna de invitados del Congreso de los Diputados, tras gritar la presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: "¿En nombre de quién hablas? Yo soy del PSOE".
Mora, que había seguido todo el debate profirió esta frase contra Zapatero cuando el presidente pedía al PP que no dudase del PSE-EE y defendía la iniciativa de los socialistas vascos de entrevistarse con Batasuna. Los diputados del PP respondieron al jefe del Ejecutivo desde sus escaños que no dudaban de los socialistas vascos, sino de él. "De ti, de ti, dudamos de ti", se gritó desde la bancada 'popular'.
El presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, que había estado sentado junto a Mora la mayor parte del debate, también salió del Congreso en solidaridad con la profesora de la Universidad del País Vasco, al igual que hizo la mayor parte del público que había acudido a la sesión plenaria. La reacción de Mora fue recibida con aplausos en el Grupo Popular, la mitad de cuyos diputados se pusieron en pie en muestra de apoyo a Mora, entre ellos el secretario general, Ángel Acebes, el portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, y el resto de la dirección del Grupo Parlamentario.
"He aplaudido espontáneamente cuando (Rajoy) ha acabado el discurso, igual que pensaba hacerlo a otra persona si hubiera tenido coherencia en el discurso –explicó- ¿Por qué estoy vetada? ¿Qué he hecho yo más que formar parte de esa resistencia a la que ETA ha intentado matar en varias ocasiones y no ha tenido ni la compasión del presidente del Gobierno de esta nación, que supuestamente es del mismo partido que yo".
Mora criticó las "burradas" que había escuchado esta tarde en el hemiciclo y lamentó que en los bancos socialistas estén ahora sentadas personas que "pensaban como Nicolás Redondo Terreros" y que hoy "piensan 180 grados" diferente. "Después de que hemos tenido compañeros, hemos visto sus trozos por el suelo, sábanas llenas de sangre cubriendo sus cuerpos, que haya gente del PSOE que esté iniciando este camino, pensando solo en clave del poder es vergonzoso. Consideramos que nos están vendiendo", enfatizó.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que también abandonó el Congreso en "solidaridad" con Mora, criticó las "llamadas de atención" a la militante del PSE. "Realmente no es el Parlamento del pueblo, es el Parlamento del PSOE", concluyó.
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(03/02/2006) Algo huele mal
Por ROSA DÍEZ (Diputada socialista del Parlamento Europeo) en Marzo de 2006 en ABC

CUANDO los políticos deciden pervertir el lenguaje, suele significar que van a tomar decisiones políticas perversas
. Tratan de ocultar sus intenciones -e incluso sus hechos- detrás de una palabrería engañosa porque son conscientes de que, si les descubren, sus propios compañeros calificarán sus actos como propios de seres infames y traidores. Hago esta reflexión a cuento del documento que el PSE-PSOE-EE someterá mañana a la aprobación de su Comité Nacional. Dice el partido de Patxi López que considera necesario que las víctimas del terrorismo sean consultadas en el caso de que se adopte alguna «medida de flexibilidad en quienes la justicia determinó que eran sus asesinos». Dice que, después de escucharlas, «los jueces tomen la decisión que a su mejor juicio corresponda».
Por esta sencilla carambola de las palabras, los asesinos han pasado a ser para los dirigentes del PSE «quienes la justicia determinó que eran asesinos».
Seguramente las víctimas que se sientan en la Comisión Ejecutiva del PSE habrán sido consultadas sobre este particular, y estarán totalmente de acuerdo en considerar bajo ese epígrafe a los asesinos de sus seres más queridos.
En el mismo documento se habla de «posibles conversaciones con la banda terrorista, caso de que ésta declare una tregua, aunque no sea más que para fijar de qué manera entrega las armas...». Véase cómo el PSE ha «rebajado» la doctrina del Ejecutivo de Zapatero, que ha reiterado que lo «único que espera es la declaración de abandono definitivo de las armas». Los socialistas vascos pasan a defender conversaciones políticas con ETA sin otro «gesto» que una declaración de tregua. Obsérvese el matiz: no dicen «únicamente para fijar de qué manera entregan las armas», sino «aunque no sea más que...». En un texto lleno de trampas dialécticas, esto tiene su significado. Algo así le dijo Egibar a Fernando Buesa: «Una vez que ETA desaparezca, ya no hay nada de que hablar. Por eso hay que hablar antes». Está clara la filosofía, ¿no?

Pero si resulta indignante la forma en que mis compañeros denominan a los verdugos, o a la hora de hablar de «medidas de flexibilidad» para ocultar que hablan de poner a los presos en la calle antes de que éstos cumplan con las penas a que sus crímenes les hicieron acreedores, lo más insoportable es la forma en que han decidido llamar a las víctimas. Estas son catalogadas como «quienes tienen la consideración de víctimas». No hace falta que les explique que no es lo mismo ser una víctima que tener la consideración de víctima
. La consideración de víctima queda ahora sometida a un reconocimiento externo ajeno a la voluntad del verdugo y al mismo hecho violento en sí. Si ese «ente» innominado que tiene que «considerar» que eres víctima no lo considera, pues no eres víctima, aunque hayan asesinado a tu marido, aunque te hayan mutilado tus piernas, aunque hayan asesinado a tu hijo, a tu hermano, a tu padre... Pero ¿quién -aparte del verdugo- instituye víctimas? Hasta ahora bastaba que hubiera un atentado para que quedara instaurado el hecho criminal y también la víctima. Pero ¿y mañana? ¿Y si «la sociedad» decidiera, en aras a «la convivencia», por ejemplo, que la víctima ha de dejar de serlo? Eso ya ha pasado en Azcoitia. Por eso, porque está pasando, no me parecen «inocentes» los términos utilizados por los dirigentes del PSE para describir a las víctimas. Como socialista y como ser humano, me parece intolerable. No hay sociedad que pueda soportar tanto enjuague sobre las cosas fundamentales sin poner en riesgo su propia credibilidad y fortaleza democrática. Con las cosas serias no se puede jugar ni siquiera «amparados» en un hipotético horizonte en el que ETA no vuelva a matar. Si el precio a pagar para evitar nuevos atentados es falsear nuestra historia, no hay nadie que tenga la legitimidad para pagarlo. No es soportable que los socialistas vascos escribamos en nuestros documentos oficiales que los asesinos lo son «porque la justicia lo determinó», y las víctimas lo serán si «se las considera». En Euskadi existen víctimas y verdugos. Unas, las primeras, son siempre inocentes. Otros, los segundos, son siempre culpables. Las primeras tienen la verdad y la razón de su parte. Y han de tener, siempre, el reconocimiento de la gente de bien. Los terroristas las hicieron víctimas porque obstaculizaban con su presencia el modelo de sociedad que nos quieren imponer. Por eso han de ser siempre un referente para la democracia. Los segundos son nuestros enemigos. A las primeras hay que honrarlas. A los segundos hay que derrotarlos.
No hay sociedad democrática que pueda permitirse una paz que no pase irremisiblemente por la derrota del terrorismo. En democracia la paz es mucho más que la ausencia de violencia. Si en los documentos del PSE se empieza por llamar a las víctimas «con el nombre que no es» -ay, Pilar Ruiz, qué premonitorio lo tuyo-, y los verdugos lo son sólo por el hecho de que «la justicia determinó que eran sus asesinos», aunque ETA no volviera a asesinar, la sociedad vasca no sería nunca una sociedad libre. Los asesinos volverían a sus casas como héroes. Y las víctimas tendrían que estar dispuestas a sufrir humillaciones diarias. O a marcharse de su propia casa. Los pueblos del País Vasco serían un reflejo de Azcoitia. Yo creo que no podemos permitírnoslo. Es una cuestión de principios, pero es además un acto de egoísmo, de «legítima defensa», que diría Cesare Pavese. Si renunciamos a derrotar a ETA, no solamente estaremos traicionando y abandonando a las víctimas: estaremos asegurándonos que dentro de unos años nuestros hijos librarán esta misma batalla
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(12/05/2005) La madre de Pagaza lo anunció hace un año: "Patxi, dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre"

Este lunes, El País pregunta a Patxi López si pasó "un mal trago" al anunciar que el PSE dialogará con ETA-Batasuna. "No, porque forma parte de lo que los socialistas vascos hemos defendido siempre", responde el líder del PSE. De forma clarividente, hace poco más de un año, la madre de Joseba Pagazaurtundua le escribió una carta a López: "Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!".
El 12 de mayo de 2005, Pilar Ruiz Albisu, madre de Joseba Pagazaurtundua, le escribió una carta abierta al líder del PSE, Patxi López. En esa misiva, publicada por el diario ABC, Pilar recordaba lo que había sucedido en el segundo aniversario del asesinato de su hijo Joseba:
"Te hablé en público y en privado, Patxi, porque estaba cada vez más preocupada por algunas palabras y gestos de quienes te acompañan en el partido. Soy mayor, Patxi, tengo setenta y tres años y tú eres muy joven, como lo es el presidente del Gobierno. Por eso me atreví a decirte que pensaras en las cosas que son realmente importantes: la vida y la dignidad. La defensa de la vida y de la libertad y de la dignidad es más importante que el poder o que el interés del Partido Socialista. Sabes muy bien que mi hijo pensaba exactamente así. Y desde luego la defensa de nuestra dignidad como personas en las políticas antiterroristas es más importante que el mantenimiento de los actuales aliados del Partido Socialista, te lo digo tal y como lo pienso".
En aquel encuentro, la madre de Mayte y Joseba Pagaza le habló al secretario general del PSE de "la traición de los nacionalistas en Santoña en 1937" y de su infancia y le recordó a López "que el que pacta con los traidores se convierte en un traidor". "Tú me dijiste que nada de eso pasaría", continuó Pilar Albisu en su carta a López. Todavía no se hablaba de la palabra mágica, proceso de paz, ésa que va asomando poco a poco, que tanta ilusión provoca en gentes ansiosas de paz, y que cubre las posibles vergüenzas que puede traer una negociación —que no rendición— con los terroristas".
"A mí me parece que la palabra viste el santo. La negociación es un atajo, no es la solución democrática, Patxi –le recordó entonces la madre de Joseba. Quienes lloramos a los muertos hemos renunciado a vengarnos. Como sociedad no aplicamos la pena de muerte, ni la cadena perpetua. Ésta es la prueba de la inmensa generosidad de nuestra sociedad. Lo hemos comentado muchas veces en casa".
Pilar Albisu recordó también en esa carta que habló con José Luis Rodríguez Zapatero el 13 de diciembre de 2003. "Ahora estamos en el año 2005 y yo todavía tengo voz, y no callaré, pero ahora hay muchos ciegos en España y creo que serán ciegos y mudos ante nosotros. Hay muchos ciegos que serán leales a lo que hagáis, aunque nos traicionéis, porque sólo ven las siglas y éste es el país de Caín y Abel, de unos contra otros, de la política que parece tantas veces un partido de unos forofos contra otros forofos. Y sí, los hinchas que escriben de vuestro lado dirán lo que vosotros no diréis en voz alta, que es lo que ya nos han dicho los nacionalistas: que estamos manipulados por el Partido Popular y por nuestro dolor, y que deberíamos estar callados cuando nos den un abrazo y un homenaje".
"Ay, Patxi, ya sé que no me enseñarás los lugares donde estuve refugiada. Tú me dijiste que mi vida había sido triste. Fui una refugiada de guerra miserablemente pobre, crecí como la hija de un rojo represaliado, no pude votar hasta los cuarenta y cuatro años. Y después vino el calvario de nueve años de ver sufrir a mi hijo, que veía llegar su propio asesinato. Se jugó la vida por defender la libertad, no por lo que parece que viene de vuestra mano, eso que pomposamente se anuncia como un proceso de Paz", lamentó de forma clarividente hace más de un año la madre de los Pagaza.
Y sentenció: "Porque, Patxi , ahora veo que, efectivamente, has puesto en un lado de la balanza la vida y la dignidad, y en el otro el poder y el interés del partido, y que te has reunido con EHAK. Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!, Patxi. ¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!".

- Rosa Díez contesta en ABC a Patxi López

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