Rosa Díez entrevistada por Hermann Tertsch en Telemadrid

En el Congreso, frente a los embaucadores, frente a los especialistas en consignas, descalificaciones y frases estudiadas y vacías (de los que, en fin, es desdichado maestro el presidente Zapatero), Rosa Díez recupera en esta legislatura la tradición de los viejos oradores: los que abruman con la verdad de sus palabras y con la claridad con que las exponen sin necesidad de recurrir a la descalificación. La damnificada fue hoy la ministra Salgado, abandonada a su suerte por Zapatero. Lástima que hubiera pocos diputados en los bancos: se conoce que pocos quieren aprender de quien sabe mucho de parlamentarismo del bueno. Por la noche, hizo un resumen de su intervención en el programa de Hermann Tertsch. Pocos convencen tanto como Rosa:

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