Extraordinario artículo de Jesús Cacho: [...] El episodio se ha puesto de actualidad con motivo del almuerzo celebrado el lunes 13 en el Palacio de la Moncloa entre Rodríguez Zapatero y los dueños de la práctica totalidad de los grupos de comunicación españoles. Polanco y Asensio, ya fallecidos, han sido ahora sustituidos por sus hijos, Ignacio y Antonio junior. La reunión se inserta en la categoría de síntoma de los males que aquejan a la democracia española y al sistema de libertades. Se trataba de inducir a los editores a contar la realidad al gusto del presidente, aunque podría decirse con mayor crudeza: ZP buscaba la complicidad de los medios para manipular la información. Ni más ni menos. Dice el ácrata Chomsky que "la manipulación y la utilización sectaria de la información deforman la opinión pública y anulan la capacidad del ciudadano para decidir libre y responsablemente. Si la información y la propaganda resultan armas de gran eficacia en manos de regímenes totalitarios, no dejan de serlo en los sistemas democráticos. Quien domina la información, controla también en gran medida a la sociedad". [...]
Es indudable que Rodríguez Zapatero debería poder reunirse con los empresarios de la comunicación en condiciones de normalidad, como lo ha hecho con los banqueros, con la CEOE y con quien estime menester. Lo que sucede es que ZP convierte lo normal en anormal al etiquetar el encuentro de secreto. La alarma aumenta cuando se constata que la primera reacción de los servicios informativos de Presidencia fue negar el encuentro. ¿Por qué esconde el presidente del Gobierno sus actuaciones? ¿Los ciudadanos son menores de edad a los que hay que engañar, o unos malvados a los que mantener en la ignorancia? Con todo, más preocupante aún es el hecho de que los dueños de los media no hayan denunciado la intención de Moncloa de interferir en su línea informativa, o al menos no hayan dado cuenta pública de la reunión. Su decisión de mantener silencio a cal y canto, como les pidió Zapatero, pone de manifiesto su disposición a "colaborar" aun a costa de traicionar la función primigenia de control al Poder que en una sociedad democrática les compete ...sigue en El confidencial
Es indudable que Rodríguez Zapatero debería poder reunirse con los empresarios de la comunicación en condiciones de normalidad, como lo ha hecho con los banqueros, con la CEOE y con quien estime menester. Lo que sucede es que ZP convierte lo normal en anormal al etiquetar el encuentro de secreto. La alarma aumenta cuando se constata que la primera reacción de los servicios informativos de Presidencia fue negar el encuentro. ¿Por qué esconde el presidente del Gobierno sus actuaciones? ¿Los ciudadanos son menores de edad a los que hay que engañar, o unos malvados a los que mantener en la ignorancia? Con todo, más preocupante aún es el hecho de que los dueños de los media no hayan denunciado la intención de Moncloa de interferir en su línea informativa, o al menos no hayan dado cuenta pública de la reunión. Su decisión de mantener silencio a cal y canto, como les pidió Zapatero, pone de manifiesto su disposición a "colaborar" aun a costa de traicionar la función primigenia de control al Poder que en una sociedad democrática les compete ...sigue en El confidencial
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