[...] Tercer ejemplo: muchos gobiernos progresistas, después de darnos la lección diaria sobre el cambio climático, van y firman todos los tratados internacionales habidos y por haber, buscan reducir emisiones a través de la coerción estatal y dedican millones de euros a “campañas de concienciación” o a promover las tendenciosas y deliberadamente histéricas películas de Al Gore. A la hora de la verdad, sin embargo, esos gobiernos fracasan e incumplen sistemáticamente los objetivos a los que se han comprometido. Pues bien, esos mismos gobiernos se quejan de la subida de los precios del crudo e intentan tomar medidas para paliar los efectos sobre los ciudadanos, sin darse cuenta que es esa misma subida de precios la que va a lograr lo que ellos no han conseguido hasta ahora: reducir las emisiones de CO2. Porque lo que realmente va a afectar el comportamiento de la gente no son las campañas institucionales a favor de una “nueva cultura de la energía” o las películas pornoclimáticas, sino el bolsillo: los consumidores ahorrarán de verdad cuando les sea demasiado costoso no hacerlo y las empresas ofrecerán alternativas cuando eso les reporte beneficios. Así de simple. Es la lección más antigua de la economía. Es la de la ley de la oferta y la demanda ...sigue
La ley de la oferta y la demanda (Xavier Sala i Martín)
por Lugo liberal el 6/22/2008 11:12:00 a. m. Etiquetas: Medio ambiente
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