La hipocresía de los ecologistas famosos

Haz lo que digo, no lo que hago (Di Caprio, Streisand, Al Gore, Sheryl Crow...)
Ser una celebridad por interpretar canciones o actuar frente a pantallas grandes y pequeñas conlleva servidumbres y privilegios. Entre las primeras, la aparente necesidad de sumarse a cierto discurso progresista y ecologista, aunque nunca lo suficiente como para estudiar en serio los problemas implicados. Y entre los privilegios, el poder ganar popularidad con esas imposturas mientras en su comportamiento privado no permiten ninguna de las renuncias que prescriben a los demás. "Nadie es perfecto", se justifica la productora de "Una verdad incómoda", recién aterrizada de su jet privado. Lee el interesantísimo artículo de José Carlos Rodríguez pinchando aquí
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- Calentamiento global y efecto 2000, de Daniel Rodríguez Herrera.
- Los socios del PSOE están muy verdes, de Juan Carlos Girauta.

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