
Entre las claves que bloquean el acercamiento entre las dos partes también figura la decisión de la concesionaria de mantener la sanción impuesta a siete trabajadores por incumplir los servicios mínimos y que según los representantes sindicales pueden dar paso al despido. La decisión de Cespa de contratar a trabajadores de una empresa de empleo temporal para que eliminaran la basura arrojada por los empleados de la concesionaria también ha empeorado el clima de relación. Por si fuera poco, el alcalde, Abel Caballero (del PSOE), ha dicho que no intervendrá hasta que se cumplan los servicios mínimos. ¿Para eso le pagamos un sueldo?
Vía Elentir y Antena 3
3 comentarios:
Ahora mismo el aspecto de la playa y de los jardines de Samil es todavía peor. Lo "gracioso" es que estos mismos nacionalistas son los que van por Galicia dándoselas de ecologistas... Manda carallo.
Verdaderamente, esa noticia de abajo tal como está redactada está incentivando la idea de que la empresa y el ayuntamiento deben bajarse los pantalones y negociar pese a todo. Vamos a ver: aquí un sindicato (la CIG) decide organizar una huelga que, desde su inicio, incumpla los servicios mínimos y además llene de basura la zona principal de recreo de Vigo en estos momentos, para presionar de esa manera con mayor fuerza a la empresa y al ayuntamiento. Y se aplica la máxima presión desde el principio por un motivo: para que la huelga no dure mucho y no perjudique a los bolsillos de los huelguistas.
En todo caso: es una presión inadmisible pues se hace por una vía coactiva e ilegal, además de dañina.
Leo que la empresa acaba de levantar las siete sanciones. No debería haberlo hecho. De este modo se asegura otra igual para el próximo convenio.
La tonta de Corina se ha creido muy lista y ha pensado que esto puede perjudicar a los socialistas, de manera que se fue ayer a Samil y estuvo hablando con los piquetes matoniles y gamberros, pidiendo al final más o menos, que se dialogue con esta gentuza, que además, está dirigida por los nacionalistas. Por cierto, que esos allí le aplaudieron. Esos iban tocados con gorritas de la CIG.
Porro tenía que haber salido manifestando que apoyaría al alcalde en posiciones de firmeza, y a la empresa en su decisión de contratar a otros trabajadores y de sancionar a los coaccionadores.
No hablemos ya de Santiago Domínguez, que ayer instaba a la responsabilidad, cuando es su sindicato el que ha organizado este cristo.
En Vigo (como en otros lugares) hay una tras otra huelgas salvajes por dos motivos principales: los daños les salen gratis a los que los infligen y la violencia o la vulneración de la ley es premiada al final por los dirigentes políticos y empresariales.
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