Los que no nos sentimos plenamente representados por ningún partido en Galicia podemos tener la tentación de votar en blanco para así castigar al partido que más se acerca a nuestras posiciones. Añoramos la creación de nuevas iniciativas -como el Partido de la Ciudadanía de Arcadi Espada y Francesc de Carreras o el partido de Savater y Rosa Díez vasco, por ahora alejadas de la poltrona en la que están instalados los grandes -e imprescindibles- partidos nacionales. Pero un voto blanco podría significar la victoria de partidos totalmente ajenos a nuestros valores e ideología. Voy a poneros un ejemplo: imaginaros que en mi pueblo ganara por un voto la coalición entre uno de los dos grandes partidos nacionales y los nacionalistas. Por mi culpa, gobernarían parte de las concejalías personas -muy respetables- que aprovecharían mi dinero para inculcar a la ciudadanía -jóvenes incluídos- valores que yo no comparto.
Todos los partidos en Galicia son mejorables. Pero unos más que otros. Cada día estoy más convencido de que hay que votar al menos malo. Los valores que transmitan y las decisiones que tomen en los próximos 4 años serán menos malas que si las tomara alguien de los partidos más alejados de nuesto ideal.
Si tienes claro cual va a ser el alcalde menos malo para tu pueblo o ciudad, deberías votarlo. Si dudas, puedes votar al partido nacional que más se acerque a tus posiciones, y así darle un toque de atención al resto de partidos.
Costó mucho conseguir la democracia en España. Ahora tenemos la oportunidad de decidir. No la podemos desperdiciar o nos arrepentiremos en el futuro. PÁSALO.
vía Hemiplejía moral
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