La OPA de los líos (El Mundo)

PULSO ENERGÉTICO / Los protagonistas
A lo largo de 19 meses, empresarios, políticos y abogados han entrado y salido del escenario de la batalla por Endesa, la más larga de cuantas se han lidiado nunca en España y, por supuesto, la más politizada de todas

El periodo comprendido entre el 5 de septiembre de 2005 y el 2 de abril de 2007 encierra una apasionante pelea empresarial en la que han participado cuatro compañías. Todas en busca del mismo objetivo: controlar una Endesa deseada por su abultado volumen de clientes en España, su posicionamiento en Europa y, sobre todo, su poder de influencia en Latinoamérica. Tan elevado potencial explica que tres gobiernos de la UE -el español, el alemán y el italiano- se hayan volcado en una contienda celebrada muy lejos de Bruselas. También la maraña judicial en la que se vieron envueltos los protagonistas y los excesos cometidos por alguno de los actores principales, desde el semen de Gabarró a la Constitución de Pizarro.

LOS EMPRESARIOS

MANUEL PIZARRO La defensa numantina del empresario turolense

Gas Natural lanzó su OPA hostil sobre Endesa el 5 de septiembre de 2005. Dos semanas más tarde, Manuel Pizarro compareció ante la prensa con un ejemplar de la Constitución bajo el brazo. En aquel mismo instante, los ejecutivos del grupo gasista y de La Caixa asumieron lo que les esperaba en los meses sucesivos. El presidente de Endesa inició una resistencia numantina, siempre con el objetivo de evitar una operación que, a su juicio, asestaba un golpe letal para la estructura de la empresa y los intereses de sus accionistas. Pizarro logró que un juzgado de lo Mercantil paralizara la OPA catalana y, entre tanto, E.ON hizo su entrada en escena, con una oferta que condenaba al fracaso el proyecto de Gas Natural. A lo largo de toda la contienda, el presidente de Endesa ha contado con la labor impagable de un escudero como Rafael Miranda, consejero delegado de la eléctrica. Dado que ambos han compartido pasado desde el 5 de septiembre, lo más probable es que también tengan un futuro común. En las últimas semanas, Pizarro y Miranda han defendido que E.ON es la única compañía que ha jugado por la vía legal y a las claras. Este apoyo, seguramente, les costará el puesto.

JOSÉ MANUEL ENTRECANALES Vencedor de la pugna y salvaguardia de la 'españolidad'

Nadie puede discutir que José Manuel Entrecanales es el gran vencedor de la pugna. Apareció en el tramo final de la contienda para zancadillear -de manera legal, claro está- a E.ON. El 25 de septiembre de 2006, un año después de que Gas Natural abriera la veda en el sector energético español, el presidente de Acciona dio la campanada con la compra del 10% de Endesa. Cuanto más capital atesorara en su cartera, menos opciones de triunfo tendría E.ON, que requería un 50,01% de las acciones para levantar los blindajes estatutarios. Dicho y hecho. Entrecanales siguió comprando títulos de la eléctrica hasta sumar un 21% del capital. A finales de febrero, Enel adquirió otro 24,9%. Y Acciona buscó el acuerdo decisivo, causa del fracaso de E.ON. Ahora, sobre la espalda de José Manuel Entrecanales recae la responsabilidad de salvaguardar la españolidad de Endesa.

FULVIO CONTI El brazo ejecutor del gigante italiano en España

Fulvio Conti llegó el último y ha terminado primero. El consejero delegado de Enel sólo comparte el primer escalón del podio con José Manuel Entrecanales, con quien gestionará Endesa a partir de ahora. El ejecutivo italiano ha gestado el aterrizaje in extremis de Enel en España. Cuando entró en Endesa, faltaba un mes para que concluyera el periodo de aceptación de la OPA de E.ON. El propio presidente del grupo alemán, Wulf Bernotat, ya se había paseado por Madrid como vencedor de la contienda, encabezando una rueda de prensa triunfal en el hotel Puerta América de la capital. En un momento en el que escaseaban acciones en el mercado, Enel compró nada menos que un 24,9% de Endesa. Y en apenas una semana. Conti había dado la puntilla a su rival alemán. Faltaba encontrar una salida que evitara una larga batalla judicial que habría hecho ingobernable el consejo de la eléctrica. Así que el ejecutivo italiano se puso manos a la obra y pactó, primero, con Entrecanales y, finalmente, con Bernotat. Sabedor de que en España no tienen mucho futuro las operaciones hostiles -sobre todo si carecen del apoyo de Moncloa-, Conti ha tenido la cintura sufiente para jugar a varias bandas. El resultado, inmejorable: en breve será el máximo accionista de Endesa y podrá controlar hasta el 75% del capital. Y eso podría ser sólo un primer paso, porque el pacto con Acciona encierra una cláusula que permite la salida de la constructora. De materializarse ese escenario, Enel se convertiría en el dueño único de la primera eléctrica española.

WULF BERNOTAT El empresario que no supo medir las fuerzas de Moncloa

Si algo ha aprendido Wulf Bernotat en esta aventura empresarial es que cualquier operación que se ejecute en España debe contar con el visto bueno de Moncloa. El presidente de E.ON es, probablemente, el empresario que ha jugado más limpio en toda la partida. Sin embargo, ha perdido en la última baza y tendrá que conformarse con un premio de consolación en forma de activos de Endesa. E.ON no ha sabido medir las fuerzas del Gobierno español. Antes de lanzar la OPA, olvidó el tremendo poder de influencia de Endesa en Latinoamérica. Confió en que las reglas del mercado funcionarían a la perfección y lanzó una oferta que distaba años luz de la de Gas Natural: mucho más dinero, todo el pago en efectivo, mantenimiento de la integridad de Endesa... Pese a contar, incluso, con el apoyo de Caja Madrid y de los gestores del grupo (Pizarro y Miranda), Bernotat se vio envuelto en una operación respaldada por el Gobierno y al borde de la legalidad. Enel y Acciona no sólo compraron ingentes paquetes de acciones con la OPA alemana de por medio, sino que anunciaron que lanzarían su propia oferta cuando concluyera el plazo para venderle a E.ON. Algo insólito en el planeta empresarial español, pero -según confirmó la CNMV- absolutamente legal. Bernotat, que ya fracasó en su intentó de absorber Scottish Power (hoy apunto de ser engullida por Iberdrola), vuelve a fallar en su intento de crecer por la vía corporativa. No obstante, ni los empresarios ni los consumidores españoles lo perderán de vista. E.ON será el propietario de la cuarta eléctrica del país, atenta a cualquier oportunidad que surja en el mercado. Y no hay que olvidar que aún hay dos compañías de tamaño medio compuestas y sin novio: Gas Natural y la Unión Fenosa de Florentino Pérez.

SALVADOR GABARRO El promotor de la OPA 'estéril' sobre Endesa

Pese al enorme esfuerzo empeñado en tamaña aventura empresarial, Salvador Gabarró será recordado como el empresario que pronunció el símil menos oportuno en el lugar más inadecuado. Era el momento de presentar en sociedad la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Y el presidente del grupo catalán describió la mecánica de la operación de tal guisa: «Nosotros ponemos hoy el semen y en nueve meses tendremos la criatura». La frase, que en otras circunstancias no dejaría de ser un mero desliz, ha perseguido a Gabarró durante los 19 meses de batalla. Al margen de la anécdota, lo cierto es que la OPA de Gas Natural no arrancó con buen pie. La oferta era pobre -como demostraría E.ON meses después- y el apoyo del Gobierno demasiado explícito, lo que provocó una resistencia férrea de los gestores de Endesa y la oposición cerrada del PP. Para colmo, la oferta catalana coincidió en el tiempo con la tramitación del Estatut catalán. Y la operación diseñada en la planta noble de La Caixa se convirtió en la más politizada de la Historia empresarial de España. Finalmente, Gas Natural tuvo que asumir la derrota y retirar la OPA. De momento, nadie ha pagado los platos rotos.

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LOS POLITICOS JOSÉ LUIS RODRIGUEZ ZAPATERO

Sin campeón nacional, pero sin «final feliz» para E.ON

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tomó entre enero y febrero del pasado año dos decisiones clave para el devenir de los acontecimientos. La primera, la de ignorar el dictamen del Tribunal de Defensa de la Competencia de prohibir la OPA de Gas Natural para dar preferencia a la creación de un campeón nacional energético sobre los riesgos para los consumidores. La segunda, la de recibir personalmente, el 21 de febrero, al presidente de E.ON, Wulf H. Bernotat, para explicarle que no era bienvenido. Tres días después, presidió el Consejo de Ministros que lanzaría un Real Decreto de emergencia contra el grupo alemán para poder vetar su entrada en la eléctrica española.

En su primera decisión, Rodríguez Zapatero recibió un varapalo del Tribunal Supremo y en la segunda, de la Comisión Europea. Tras estos dos reveses y cuando creía todo perdido se comprometió públicamente ante la canciller alemana, Angela Merkel, a que habría un «final feliz» para E.ON. Pronto olvidó su compromiso al proponerle el primer ministro italiano, Romano Prodi, una alianza energética del sur de Europa.

JOSÉ MONTILLA Del crédito de La Caixa a la OPA «rentable» de Gas Natural

El primer político en lanzarse a la arena de la pugna por Endesa fue el actual presidente de la Generalitat, José Montilla. El 29 de diciembre de 2004, siendo él ministro de Industria, La Caixa condonó a su partido, el de los socialistas catalanes, más de 6,5 millones de euros de deuda. Nueve meses después, cenaba con la cúpula de La Caixa y se convertía en el primer valedor político de la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Llegó a decir que era «rentable» para los accionistas y fue el responsable del Real Decreto alterado anti E.ON por el que España ha sido llevada al Tribunal de Justicia de la UE.

JOAN CLOS De «ministro de Justicia» al más intuitivo del Gobierno

El sucesor del ministro de Industria, Joan Clos, empezó con el despiste de prometer su cargo como titular de Justicia, pero pareció que iba a ser mucho más prudente que Montilla en la gestión de la OPA. Fue más o menos aplicado en sus declaraciones públicas hasta el pasado 27 de febrero en que le apeteció, según su versión, dar un coscorrón a Pizarro por ofrecer un incentivo tan alto a los accionistas para que acudieran a una junta extraordinaria favorable a E.ON. Y lo hizo augurando que los alemanes no habían ganado y que, al contrario, lo más probable era un pacto entre accionistas. Horas después hacía pública su entrada en Endesa el grupo italiano Enel. Las declaraciones de Clos se producían además una semana después de una cumbre gubernamental hispanoitaliana en Ibiza y dos desde que tanto Clos como el director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, David Taguas, recibieran a la cúpula de Enel. Se dispararon las sospechas de que Clos había participado en una concertación ilegal para atraer a Enel a torpedear a los alemanes, pero éste lo negó.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, le defendió asegurando que Clos no tenía información, sino «intuición».

Junto a Montilla y Clos, el tercer eslabón de la llamada conexión catalana en la OPA es la presidenta de la Comisión Nacional de la Energía, Maite Costa, que fue decisiva para aprobar la OPA de Gas Natural y para poner condiciones a E.ON. Costa había sido previamente responsable de Energía de la Generalitat catalana y, por tanto, sometida al Pacto del Tinell que defendía la presencia de las empresas catalanas en el sector energético del Estado. También fue consejera, en representación de la Generalitat, en empresas controladas por La Caixa, pero el Ministerio de Administraciones Públicas no juzgó que por ello tuviera que inhibirse Costa de las decisiones que afectaran a la caja catalana.

No obstante, el dictamen de la CNE sobre E.ON con 19 condiciones fue desautorizado posteriormente por Clos para intentar congraciarse con la Comisión Europea.

MIGUEL SEBASTIAN De asesor monclovita a candidato a la Alcaldía

El principal asesor económico del presidente del Gobierno durante el grueso del asalto a Endesa ha sido oficialmente Miguel Sebastián, aunque se atribuye también un intenso trabajo en la sombra al presidente de Mercasa, Javier de Paz, que el afectado niega. Sebastián apoyó resueltamente a Gas Natural y llegó a decir que no atentaba contra la libre competencia en la misma mañana que la Comisión Nacional de la Energía debía tomar una decisión al respecto. Actuó sin éxito como muñidor de apoyos para Gas Natural y como mensajero del presidente del Gobierno con el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, cuando éste logró que el Tribunal Supremo suspendiera la OPA de la gasista. Atravesó duros momentos cuando Pedro Solbes lograba convencer a Zapatero de que no se podía vetar a E.ON. Cuando lo veía todo perdido recibió alborozado al presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, el 25 de septiembre de 2005. E.ON no había ganado aún. Semanas después y tras el rechazo de José Bono, aceptó el reto de convertirse en el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid. Su amigo y sucesor en Moncloa, David Taguas, ha continuado su senda en apoyo a la opción de Acciona y Enel y se mantiene como miembro del comité científico de Nomisma, la consultora fundada hace dos décadas por el propio Prodi.

PEDRO SOLBES De la 'solución Solchaga' a la dimisión de su amigo Conthe

El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, empezó a tomar cartas en el asunto para discrepar en público del presidente del Gobierno sobre la teoría de los campeones nacionales. Pero vio todo negro cuando el Tribunal Supremo suspendió cautelarmente la autorización de la OPA de Gas Natural y la Comisión Europea empezó a amenazar muy en serio con medidas de choque. Por eso propuso recurrir al ex ministro de Hacienda, Carlos Solchaga, como enviado del Gobierno para llegar a un acuerdo con E.ON y calmar ánimos. Tras la entrada de Acciona, empleó a fondo al secretario de Estado de Economía, David Vegara, para mantener un canal de comunicación con los alemanes y fue el único que hizo una cierta autocrítica al asegurar que la gestión del Gobierno en la OPA sólo merecía «un aprobado justito». Pero se ha visto desarbolado tras la irrupción del grupo italiano Enel y, sobre todo, tras la dimisión de su amigo Manuel Conthe.

MANUEL CONTHE Del deber de pasividad a una espectacular dimisión

El presidente de la CNMV, Manuel Conthe, era hasta hace dos semanas el responsable de un órgano supervisor que mejor había salido del fregado de la OPA. Había empezado con mal pie emitiendo unas cartas pidiendo pasividad a la dirección de Endesa, que fueron interpretadas por Pizarro como una vulneración de su libertad de expresión. Enfadó al principio a Endesa y al PP, pero posteriormente su visión de Estado más aguda aún que la de su amigo Solbes, le enfrentó a Montilla, Gas Natural, y, ya al final, a Moncloa por osar frenar a Enel. Demasiado.

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