POR RAMÓN PÉREZ-MAURA en ABC
Rodríguez Zapatero se exhibirá mañana en la sede de Naciones Unidas en Nueva York para escuchar cómo Kofi Annan presenta su plan de acción para lanzar la sedicente «Alianza de Civilizaciones». «Alianza» que para Annan tiene como primer cometido el darle sueldo y despacho ahora que se queda sin empleo en la secretaría general. Él aspira a convertirse en el promotor de esa «alianza» y Zapatero debe de creer que no puede haber -después de él mismo- heraldo más cualificado para cantar las virtudes de su proyecto. Y ¿de verdad amerita esas longanimidades Annan?
Kofi Annan fue elegido secretario general de la ONU hace diez años como candidato de la reforma para la ONU. Una década después esa reforma es mil veces más necesaria que cuando él llegó. Hace tres años se opuso con toda sus fuerzas a una intervención norteamericana en Irak. Muchos otros lo hicieron también, pero en el caso de Annan había razones muy personales para oponerse. La intervención descubrió el mayor escándalo de corrupción en la historia de las agencias internacionales, conocido como el caso de «petróleo por alimentos». En él estaban involucrados el responsable del programa, Benon Sevan; el jefe de gabinete de Annan, Iqbal Riza; la segunda de Annan, Louise Frechette y un hijo del propio Annan entre otros. Este mismo año varios altos funcionarios de la ONU han sido destituidos por casos que alcanzan los 300 millones de dólares empleados fraudulentamente. Si además recordamos que siendo Annan responsable de misiones de paz de la ONU se produjo la matanza de 7.000 bosnios en Srebrenica o de unos 800.000 tutsis en Ruanda, por no hablar de otras crisis recientes en Corea del Norte, Darfur o el Congo. O recordemos cómo en 1988 frenó la intervención norteamericana -de Clinton- en Irak tras convencerle de que el Sadam que mataba una media de 36.000 iraquíes al año era alguien con quien se podía negociar. Quienes creen que la «Alianza de Civilizaciones» es un error están de enhorabuena. ZP ha encontrado un recadero leal para que se haga cargo de ella. Y la hunda.
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