vía Radicales libres
Decía ayer Núñez Feijóo en La Razón que "la identidad galleguista forma parte de nuestros genes" y que "Galicia no puede ser otra cosa que una nacionalidad histórica". Eso será así porque lo decidan desde arriba nuestros políticos, no los propios gallegos que recientemente respondieron (un 74,6%) en una encuesta del CIS que Galicia era para ellos una región.
Ya lo explicamos en este blog, pero podemos recordarlo. La consideración de Galicia como nacionalidad histórica se fundamenta en el plebiscito estatutario de 1936. Lo explica así el llamado "Foro Novo Estatuto" (iniciativa impulsada por el BNG): «Se Galiza dispón na actualidade de institucións políticas propias e da consideración constitucional de "nacionalidade histórica" é grazas á importancia que acadou como nación diferenciada e, nomeadamente, polo feito de se ter aprobado por plebiscito popular o Estatuto de Autonomía de 1936.» (Aunque en la Constitución española no se diga en ninguna parte tal cosa).
Ahora bien, ese plebiscito resultó en un pucheirazo de dimensiones colosales hasta el punto de que el propio Ramón Villares, uno de los propagandistas del régimen en ciernes, llega a admitir en su "Historia de Galicia" lo siguiente: "Os resultados deste plebiscito foron, non obstante, extremadamente sorprendentes, pois votou afirmativamente o 74 por cento do censo electoral, porcentaxe que superaba claramente as esixencias constitucionais (aprobación de polo menos dous terzos do censo). A existencia dunha manipulación do voto por parte dos partidos do Fronte Popular parece evidente, ata o punto de que unha testemuña coetánea, A. Pousa Antelo, ten falado de "santo pucheirazo" para definir o proceso."
Lo que no le impide, casi a renglón seguido y sin empacho alguno, que su aprobación deba "considerarse como un éxito histórico do nacionalismo galego, e unha mostra do poder de cohesión social e capacidade de convocatoria que acadara no período republicano o galeguismo autonomista".
Más adelante añade en la línea del "Foro Novo Estatuto": "este texto estatutario servirá de base para a definición de Galicia como nacionalidade histórica por parte das Cortes Constituíntes formadas á morte de Franco e no contexto da instauración dunha monarquía parlamentaria e unha administración descentralizada."
Si hasta en webs nacionalistas (vieiros y galicia-hoxe) se pueden leer artículos que reconocen el embuste. No hablemos ya de la gran abstención en el referéndum estatutario de 1980 con un 28% de participación. Como para hablar de genes, señor Núñez Feijóo.
Todo esto nuestros políticos deben saberlo y sin embargo prefieren seguir jugando a su partida, que para eso son los que mandan y nadie parece tener el poder de obligarles a dejar de engañar a los ciudadanos que dicen representar.
¿Verdad que nos merecemos otro clase de políticos, en lugar de estos sinvergüenzas?
¿A quién quieren engañar?
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