Jaime Mayor Oreja presenta el libro de Santi Abascal

Intervención de Jaime Mayor Oreja en la presentación del libro de Santiago Abascal

“La farsa de la autodeterminacion: El Plan Ibarretxe al asalto del País Vasco y de España" (ed.Altera) celebrada en el Ateneo de Madrid:

No exagero, si reconozco que constituye un honor para mi presentar este libro, y sobre todo presentar un libro escrito por Santiago Abascal.

No es un libro cualquiera, ni un libro más sobre el nacionalismo y la autodeterminación. Es un libro escrito por un hombre joven que ha conocido directamente lo que es un fenómeno nacionalista.

No es una aproximación teórica lejana y abstracta. Está escrito desde la proximidad, desde la realidad cotidiana que, tan bien, conoce Santi Abascal.

Santi ha sido capaz de entender, de comprender la esencia de lo que es un movimiento nacionalista. Ha sido capaz de entender, de saber interpretar la época, el tiempo que le ha correspondido vivir y protagonizar. Ha sido capaz de interiorizar esa realidad, y a partir de ella, Santi Abascal en este libro profundiza, se introduce en la Historia, en el Derecho Comparado, en la Ciencia Política, en la Sociología Política, pero sin abandonar la realidad que el tan bien conoce.

Santi es uno de los valores más sólidos que tenemos en el País Vasco. Es el primero de toda una nueva generación que ha sido capaz de escribir lo que ha vivido. Pero sobre todo, hablo de uno de los valores más sólidos porque ha asentado su posición en principios y en convicciones muy sólidas y se le nota. Y el tiempo me dará la razón

El título lo dice todo o casi todo "La farsa de la autodeterminación". Nos recuerda que el problema vasco es la consecuencia de una mentira histórica, una farsa de nuestra historia. Una mentira repetida en tantas ocasiones, que de tanto reiterarla se ha transformado en verdad para muchos vascos. Una mentira que, como siempre, para actualizarse necesita siempre otra mentira y, como en la vida misma, la siguiente mentira necesita otra de mayor calado que la anterior. Por ello Santiago Abascal acierta plenamente cuando al referirse al Derecho de Autodeterminación habla de un derecho histórico contra la historia; o cuando al referirse a este supuesto derecho habla de un derecho democrático contra la democracia.

Es verdad que este libro, tal y como el mismo reconoce en su introducción, no es neutral y no puede serlo porque está escrito en "legítima defensa". Porque Santi Abascal, como yo, como otros muchos vascos hemos tenido dos pasiones políticas, como si se tratasen de dos caras de una misma moneda: La Libertad y España. Hemos vivido en un tiempo en el País Vasco en el que se nos ha castigado y se nos castiga con la falta de libertad, a quienes sentimos y queremos a España.

Por ello para Santiago Abascal ni la libertad, ni España, son dos mitos. Nos sucede a algunos en el País Vasco lo que a todos con el aire, con el oxígeno, sólo se aprecia y se valora, cuando falta. Y Santi Abascal ha aprendido con su vida, con su trayectoria, que para defender la libertad de todos, tienes que saber vencer tu miedo, que es el mayor enemigo de la libertad y el mejor aliado de una organización terrorista. Se trata de vencer el miedo no solo a una organización terrorista, sino también,- y sobre todo- el miedo a un ambiente político y social, perverso, que se instala en las sociedades en las que el nacionalismo se convierte para algunos en una seña de identidad propia del lugar en el que se vive, como si se tratase de una montaña o de una ría.


El pacto de Estella y el Pacto de Perpignan

Pero volvamos a la esencia del libro, la farsa, y la mentira actualizada a día de hoy.

Hay algunos, no se si muchos o pocos, pero en cualquier caso demasiados, que se resisten a entender y a comprender las características de un movimiento nacionalista. Y por ello, no sé si muchos o pocos, pero en cualquier caso demasiados, no profundizan en los pasos que da ese movimiento nacionalista, y por ello no entienden tampoco los pasos que hemos protagonizado el conjunto de los españoles.

Cuando los españoles aprendimos juntos a desenmascarar la realidad de una organización terrorista aprendimos juntos también a combatir la vanguardia, la punta del iceberg de este movimiento. Lo hicimos desde la rebelión democrática de las víctimas, desde la fortaleza del Estado de Derecho, especialmente a raíz de aquellos lejanos acontecimientos de Ermua de Julio de 1997

Y el movimiento nacionalista tuvo que cambiar de formato y sobre todo de vanguardia. Un "Plan" tendría que sustituir al terror puro y duro, que al final acabaría llamándose "Plan Ibarreche". En la vanguardia, en la punta del iceberg del conjunto del nacionalismo, un proyecto de ruptura sustituyó al terrorismo de ETA. Ruptura en vez de terror, en este caso también, como las dos caras de una misma moneda, de un mismo movimiento. El movimiento nacionalista, que es uno, aunque lo configuren diferentes siglas, obligado por el éxito del Estado de Derecho frente al terrorismo de ETA tuvo que dar ese salto, tuvo que cambiar su formato y sobre todo su vanguardia.

Pero para dar ese salto, para llevar a cabo esa transformación del terror a la ruptura, había que dar la razón política al proyecto de ETA, que había monopolizado en solitario durante más de treinta años el proyecto de ruptura. Y así llega, primero, el pacto entre ETA y el PNV, escenificado parcialmente en Estella, y luego, se extiende incluso a Cataluña, en el "pacto de Perpignan". El PNV, primero en Estella y ERC después en Perpignan aseguran y confirman a ETA el grado de ruptura suficiente; y así llega la tregua de 1998, la tregua trampa, y la tregua catalana que hoy continua y que el último Zutabe de ETA lo explica.

Porque, no olvidemos nunca, que cuando hay expectativas de ruptura, ETA responde con la tregua. Porque las treguas de ETA, son la consecuencia de las rendiciones previas de los demás. Otra gran farsa. El PNV se rindió en Estella, abrazó el proyecto político de ruptura de ETA. ERC aceptó en Perpignan el liderazgo, la supremacía de ETA en un proyecto de ruptura. Y así llegan a las próximas elecciones vascas del 17 de Abril, presididas por la farsa de la autodeterminación, por la farsa de un "Plan" del movimiento nacionalista. El Plan Ibarreche es la herencia política de ETA -además sin garantía alguna de que ésta organización abandone las acciones terroristas, sino que todos los inicios apuntan en la dirección contraria. ! Ojalá me equivoque!-

El Plan Ibarreche sea cual sea el resultado electoral, no terminará el día 17, abrirá una nueva etapa, porque no se va a detener, no se puede detener por si mismo. El resultado será relevante para llevar un ritmo u otro, para seguir un modelo de ruptura asentado en Estella, o para acompasar este ritmo al modelo de ruptura que viene de Cataluña y de ERC. En el supuesto de que el Plan Ibarreche obtuviera la mayoría suficiente, el PNV facilitaría la incorporación de hombres designados por ETA en el Gobierno Vasco, el escenario sería de abierta confrontación. Si no la obtuviera, para eso esta el Plan de Maragall y de López, que entrarían en juego en ese momento en el País Vasco abriéndose un posible escenario de negociación de "Planes". Por ello es tan importante el resultado del Partido Popular en el País Vasco, el resultado de María San Gil.

Mi confianza hoy no está tanto en la suma del PP y del PSOE, sino en el resultado que en solitario consiga María San Gil. No es un "partido de dobles", como el que protagonizamos Nicolás Redondo y yo en el año 2001. Lo importante para el constitucionalismo, lo más relevante es el resultado del Partido Popular y esa es mi confianza. Es el voto eficaz y útil para el constitucionalismo.


Un plan no se combate con otro plan

Santiago Abascal nos dice con su libro que no hay peor instrumento para combatir una farsa que presentar otra. Un Plan no se combate con otro "Plan". La farsa Ibarreche no se combate con la farsa del Plan López ni con la farsa del Plan Maragall. Una mentira no se neutraliza con otra mentira. El seguidismo, el servilismo nunca es la alternativa a un movimiento nacionalista. La fotocopia, la mala fotocopia no combate el original. Por el contrario la copia tiende a potenciar el original.

De la misma forma que el proyecto Maragall no es la alternativa al nacionalismo de Pujol. Es el instrumento que ha escogido ERC para sustituir a CIU y si pueden para laminarlo. Constituye un instrumento utilizado por el nacionalismo radical para sustituir al nacionalismo considerado como moderado.

Un movimiento nacionalista es una farsa, pero no cualquier farsa, porque es una mentira que se transforma en un sentimiento. No puede ser por ello frenado con tácticas ni con tácticos. Por el contrario, resulta contraproducente porque son fácilmente devoradas por el movimiento nacionalista. Siguiendo con las elecciones vascas, su resultado no puede ni debe aislarse del contexto general en el que vamos a vivir en este año 2005. Porque en este mismo año además de las elecciones vascas vamos a tener elecciones en Galicia y vamos a conocer el primer resultado de ese proyecto de ruptura que viene de Cataluña.

¿Qué pretenden algunos, en mi opinión de forma irresponsable? Que suceda lo mismo que nos paso durante demasiados años con el terrorismo. Que ETA parecía una organización invencible y que la única solución era la negociación de un modo u otro con la organización. Una ETA invencible hacia inevitable la negociación con la banda. Ahora se pretende exactamente lo mismo porque el movimiento nacionalista es el mismo con vanguardia diferente. Lo que se pretende es que al final de este año los resultados de Cataluña, País Vasco y Galicia trasladen la sensación de que los movimientos nacionalistas son invencibles y que se hace inevitable una nueva Constitución a través de una nueva negociación política. Recordemos, para terminar, el subtitulo del libro de Santi Abascal: El Plan Ibarreche es el asalto del País Vasco y de España.

Si además de este Plan hay planes sucedáneos, seguidistas y serviles al nacionalismo como los planes de Maragall y López tenemos más que nunca que encontrar, enaltecer los principios, las convicciones, los valores de una mayoría de españoles que están hartos del chantaje y de la presión de los movimientos nacionalistas, que creen sencillamente en España y que no ven razón alguna para recorrer una segunda Transición . Y lo tendremos que hacer de la misma manera con la que hicimos frente al movimiento nacionalista cuando en la vanguardia estaba el terrorismo. Lo mismo porque el movimiento nacionalista es el mismo no ha cambiado nada y lo diré una vez más, lo único que ha cambiado es la vanguardia. Tendremos que saber movilizar democráticamente a una mayoría de españoles como lo hicieron las víctimas con su "rebelión democrática " en Ermua, frente al anterior formato del nacionalismo. No podemos tardar tantos años como los que transcurrieron para abordar correctamente la lucha contra una organización terrorista.

Y en el País Vasco, jóvenes como María San Gil y Santiago Abascal tienen que saber desempeñar un papel decisivo en esta movilización que no debe sólo ser protagonizado por los vascos sino por el conjunto de los españoles.

Este libro constituye un ejemplo una demostración de lo que debemos hacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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