Desconfiar de la lenta Justicia en España

El castigo de los inocentes (Por M. MARTÍN FERRAND en ABC)

[…] Doy por hecho que el ex ministro socialista Julián García Valverde es tan inocente como acaba de sentenciar, a propósito del «caso AVE», la sección decimoséptima de la Audiencia de Madrid. García Valverde, inmaculado, no incurrió nunca en un delito de cohecho, ni cobró comisiones en las obras del tren de alta velocidad, ni recibió «ninguna dádiva» ni -menos todavía- aceptó promesas y ofrecimientos en beneficio propio; pero, en razón del ritmo de nuestra administración de justicia, verdaderamente escandaloso, el hasta ahora presunto y ya inocente ex ministro ha tenido que cargar con el sambenito de la corrupción con el que, hace más de quince años, le revistió la opinión pública a instancias de los medios informativos.

Supongo que en este tiempo García Valverde, que habrá perdido un montón de oportunidades políticas y/o laborales, ha tenido que aprender a vivir la triste condición de sospechoso. ¿Quién le compensará por ello? Tanto afán garantista como marcan nuestras leyes y lucen nuestros jueces en beneficio de los delincuentes crónicos y recalcitrantes se convierte en todo lo contrario en el caso de quienes nunca han roto un plato. Aquí se castiga a los inocentes. No (siempre) con privación de libertad, sino, muchísimo peor, con el regateo de su propia decencia y el mal trato a su dignidad. De ahí la condición arisca, áspera, de nuestra convivencia y la gran fatiga que genera el hecho de ser y sentirse español.

García Valverde, ya sesentón, ha perdido los mejores años de su vida -desde su dimisión como ministro de Sanidad por los escándalos vinculados a su presidencia de Renfe- gracias al ritmo que, sin consecuencia alguna, muchos jueces le dan a su trabajo. Es algo que les ocurre a cientos de ciudadanos que han aprendido, con dolor, el dramático sentido del españolísimo dicho «pleitos tengas, y los ganes». Es una maldición auténtica que, por sí sola y con prioridad sobre otros prejuicios -incluso el de su falta de independencia-, nos autoriza a desconfiar de la Justicia.

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La revolución liberal de Prodi (por David Ballota)

El centro-izquierda liberaliza la economía italiana. El Gobierno Prodi ha decidido liberalizar el sector del taxi facilitando la compra de licencias. La medida se enmarca en un paquete económico que pretende corregir la deuda pública y que prevé además la liberación en otros sectores como el de las farmacias, las notarías, la banca o la producción del pan. Los radicali –artífices indudables del pequeño pero muy significativo giro liberista- quieren más. Ojo al gran Capezzone –el hombre fuerte de los radicali- que está aprovechando –sin perder un minuto- su privilegiada posición al frente de la Comisión por la Actividad Productiva para crear un potente y activo lobby transversal para la liberalización de la economía. Hace falta un Capezzone en nuestro parlamento.

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Estados Unidos, un gran país (en El rincón de la libertad)

Hoy, 4 de Julio, aquí en Estados Unidos se celebra el día en que este país proclamó oficialmente su independencia de Gran Bretaña. Sin duda Estados Unidos es un país que, como cualquier otro, tiene muchos defectos. Pero hay tres cosas que me parecen admirables de esta nación.

La primera es la independencia judicial. En la mayoría de los países, el poder ejecutivo maneja los hilos de la justicia. No es así en Estados Unidos, donde hay multitud de ejemplos en los que los jueces han tomado decisiones contrarias a la voluntad del Gobierno. Un ejemplo:
- El Tribunal Supremo de EEUU invalida los tribunales militares de Guantánamo.

Decisión con la que estoy completamente de acuerdo, porque, como ya escribí, creo que esa gente deben ser juzgados con todas las garantías o puestos en libertad.

La segunda cosa que me parece admirable es la depuración que Estados Unidos está haciendo de las barbaridades conocidas de sus soldados. Indudablemente en una guerra se cometen muchos abusos, y muchos de ellos no son conocidos (los abusadores y sus compañeros suelen taparlos, evidentemente). Pero de los casos que han salido a la luz, Estados Unidos los está investigando y juzgando a todos. Ejemplos:

- Soldado culpable de abusos Abu Ghraib condenado a 10 años cárcel.
- Una soldado estadounidense fue condenada a tres años de prisión por el maltrato de prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib.
- El Ejército de EEUU ha comunicado que tres de sus soldados han sido imputados por la muerte de tres reclusos iraquíes el pasado 9 de mayo. Los militares estadounidenses afrontan cargos, entre otros, por "asesinato, intento de asesinato, conspiración y obstrucción a la justicia".
- El Pentágono acusa formalmente a ocho militares por el asesinato de un civil desarmado en Irak.


Y por supuesto así debe ser. Las barbaridades deben ser investigadas, juzgadas y condenadas. Ello demuestra que Estados Unidos no es como otros países, donde las atrocidades de los propios contra los enemigos quedan en la impunidad.

Finalmente, la tercera cosa que admiro en Estados Unidos es la libertad de información. Si hay un país donde la prensa acaba aireando cualquier cosa, ese es USA. No en balde la prensa en Estados Unidos es conocida como "el cuarto poder", ya que los ciudadanos pueden disponer de la información sin ningún tipo de censura. Y si hay algo delictivo en alguna información, para eso están los tribunales de justicia.

1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

!UN PEDERASTA ANDA SUELTO!

¡ES VOMITIVO!



Rafael del Barco Carreras



¡Un pederasta anda suelto! Los que hemos sido empresarios sabemos que aplicando la FILOSOFÍA LABORAL que reina en la Administración Pública, la JUSTICIA, nuestra empresa hubiera QUEBRADO, o sea, todos a la CALLE. Es la gran diferencia, ¡y viene de siglos!, entre las decenas de millones de españoles que trabajan con el sudor de su frente, EMPRESARIOS Y TRABAJADORES, y los que lo hacen para el ESTADO. Simplemente es el Franquismo, lo de siempre, el Funcionariado no trabaja, FUNCIONA, ¡a su aire!. Y todos sabemos que sin un mínimo de disciplina, exigencia, sana ambición y entrega por ambas partes ninguna empresa humana consigue sus objetivos, y esa PROPIEDAD DEL CARGO O DESTINO cuando tras las “oposiciones”, entre comillas, se encaraman a la FUNCIÓN PÚBLICA convierte esa función en un chollo para el propietario y la mayoría de las veces en una pesadilla para el que pretende el SERVICIO PÚBLICO.

Los PROGRES CATALANES que ganadas las elecciones a la Generalitat metieron las narices en la ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, sentenciaron que aquello era un desastre, el 30% de abstenciones laborales, eso… y que en la propia Generalitat había una larga lista de gente que nunca apareció por su lugar de trabajo, que nadie conocía. Pero ¿hubo despidos masivos? ¡Ni hablar! Todo sigue igual.

Yo estaba entonces en prisión y entre las absurdas esperanzas creí que se me agilizarían algunos de los eternos expedientes… y salí siete días después de cumplir la totalidad de la condena. El socialista juez de Vigilancia Penitenciaria Joseph Lluis Albiñana Olmos, primer presidente de la inicial Generalitat Valenciana, hoy ascendido a Magistrado de Sala, el del “arrepentido de Javier de la Rosa”, estaba de viaje, o eso dijeron sus empleados a mi mujer y abogado. Yo salí siete días después por una vieja estafa (las letras de una sociedad donde precisamente el presidente fuera Antonio de la Rosa, padre de Javier), y los asesinos y violadores de Hospitalet, o los violadores y asesinos de Nou Barris… bajo su jurisdicción… tan campantes de permiso…y violaron y asesinaron… 2004, y nadie se acuerda ni de los hechos, de las víctimas, la Junta de Tratamiento de Brians, ni menos del Juez que sigue impartiendo Justicia.

La JUSTICIA está en quiebra por culpa de sus trabajadores, y el PUEBLO, el dueño del negocio, cede por la fuerza de la Historia esa propiedad a sus TRABAJADORES, que controlan a su aire la empresa en perfecta AUTOGESTIÓN, y nadie quiere meter mano a esa BARBARIDAD. Total, un mejunje endogámico y amigocrático, donde tiene cabida toda la arbitrariedad y corrupción imaginable.