A pesar de que José Blanco dijo a los 10 minutos de conocerse las 1500 páginas del auto del juez que todo estaba claro para el PSOE [¡cómo lee nuestro Pepiño!], Luis del Pino nos resume parte de las conclusiones que podemos sacar del caótico auto de Del Olmo [una de ellas que el atentado se planeó para provocar un cambio de gobierno]:
De las 116 personas detenidas en conexión con el 11-M, el juez Del Olmo sólo ha encontrado indicios para procesar a 29. En otras palabras: desde instancias dependientes del ministro Alonso se ha detenido a 87 personas para las que el juez no ha podido encontrar elemento incriminatorio ninguno. Algunos medios ya señalamos en su día que se estaba deteniendo a personas que nada tenían que ver con la masacre, con el fin de tratar de apuntalar la inexistente conexión islámica.
- Nueve son españoles.
- Once son vulgares delincuentes, a quienes se acusa de facilitar la tarea a los verdaderos terroristas, pero sin ser ellos mismos terroristas.
- Y sólo nueve son acusados de ser terroristas islámicos.
¡Tremendo atentado de Al Qaeda, con nueve españoles y once chorizos! Para colmo, al menos cinco de los procesados son confidentes policiales o de los servicios de inteligencia españoles y existen sospechas sobre la condición de confidente de al menos otros tres.
Además, la lectura del auto confirma muchos de los datos que desde estas páginas y otros medios de comunicación se han ido desvelando a lo largo de los últimos meses. Así, por ejemplo:
- las declaraciones de los Tedax que participaron en el operativo del 11-M (página 50 y siguientes del auto) muestran que en los trenes no se encontró metralla de origen terrorista, lo que viene a echar por tierra de forma prácticamente definitiva la mochila de Vallecas como prueba de cargo.
- la declaración de los Tedax en la página 51 confirma que en la mochila detonada por los Tedax en Atocha no había ningún teléfono móvil (¿se utilizaron por tanto temporizadores?).
- las declaraciones de los funcionarios policiales incluidas a partir de la página 61 nos muestran la confusión que hubo en el viaje que los objetos de El Pozo hicieron durante aquel día, hasta terminar recalando en la comisaría de Puente de Vallecas.
- no existe ninguna conversación telefónica que incrimine a Jamal Zougham en los atentados, a pesar de que tenía intervenidos su teléfono móvil y su teléfono fijo, y a pesar de haber analizado diversas tarjetas y terminales que Jamal Zougham utilizó hasta el propio 13 de marzo (página 819 y siguientes).
- se confirman las llamadas de Suárez Trashorras a su controlador policial en las fechas clave del transporte de los explosivos (página 989 y siguientes)
El auto de Del Olmo incluye numerosísimos datos interesantes sobre casi todos los aspectos de los atentados, y puedo asegurar que nos esperan diversas sorpresas. Resulta interesante ver cómo se han "caído" de la versión oficial muchos de los participantes que nos habían vendido como piezas clave de los atentados (por ejemplo, Moutaz Almallah o los hermanos
En resumen: Del Olmo acaba de dar un paso más en las investigaciones, las cuales no están concluidas. Podemos esperar un arduo, pero gratificante, trabajo de indagación en los detalles contenidos en los informes policiales desclasificados.
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