Las televisiones nos bombardearon en el aniversario de la catástrofe de
Normalmente, las empresas estatales son deficitarias. Pero si además, una empresa muy peligrosa es controlada por un gobierno chapucero, las probabilidades de error son muchísimo mayores.
El 06/09/2005 el diario El País se hacía eco de un informe realizado por siete agencias de la ONU donde se confirman los datos que llevamos dando durante meses y que la progresía no quería creer:
Unas 4.000 personas fallecerán como consecuencia del accidente de la central nuclear de
"En un principio se especulaba que las radiaciones podrían causar la muerte de hasta 100.000 personas, y esto no se ha confirmado", explicó a este diario el director del programa de radiactividad de
El cálculo de 4.000 víctimas entre las 600.000 personas que se encontraban en los alrededores de la planta nuclear se basa principalmente en la dosis de radiación padecida por los afectados y la posibilidad de que mueran de leucemia o cáncer a lo largo de 75 años de vida", aclaró Repacholi.
El informe indica que entre la población no se ha constatado "ni descenso de fertilidad ni aumento de malformaciones congénitas". Gregory Hartl, portavoz de la OMS, opinó que el mensaje más importante es que "ya es hora de acabar con las especulaciones y abrir una nueva etapa para dar ánimos a la gente afectada, teniendo en cuenta que es poca la zona actualmente contaminada, y el resto ya se puede rehabilitar".
Por cierto El País es el diario que mejor ha tratado esta noticia. La Razón lo hace de un modo lamentable en su edición impresa y la mayoría de los diarios ni siquiera tratan el informe.
También podéis leer un excelente pero extenso artículo de El Observador sobre las mentiras de Olalla Cernuda en El Mundo. Esta militante de Greenpeace dice que la OIEA reconoce 4.000 fallecidos y nos deja caer que un informe de Greenpeace (redactado por 52 “expertos”) aumenta hasta 200.000 los muertos tras el accidente de
El informe (el resumen) lo tenéis aquí. Por culpa de periodistas como Olalla, acudir a las fuentes es la única manera de que no tomen por idiota. Ya sabéis: el fin justifica los medios…o como decía Stalin: la mentira es un arma revolucionaria.
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