El 12 de octubre de 1934 las unidades militares enviadas por el Gobierno de la República se aprestaban a sofocar la huelga revolucionaria desatada en Asturias por el PSOE y
Zapatero terminó su discurso de investidura como presidente del Gobierno con una cita del testamento de su abuelo, fusilado en 1936 por mantenerse fiel a la República ante el golpe militar: "Un ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes". Más recientemente, Zapatero ha recordado a su abuelo en un libro que ha prologado sobre los españoles que fueron deportados a Mathausen, diciendo que el capitán Lozano murió "defendiendo los valores de la democracia en
La hoja de servicios del capitán Lozano que se guarda en el Archivo Militar de Segovia habla de esta historia desconocida, muy distinta a la que el presidente Zapatero ha referido siempre. Zapatero nunca ha contado que su abuelo participó en la represión contra los mineros asturianos, dirigida por el general Francisco Franco, incluso escapó con vida de un fuerte tiroteo contra los insurrectos izquierdistas. Este hecho, sin duda alguna, pudo haber marcado de forma muy diferente el devenir político de su nieto, que siempre ha sentido el fusilamiento de su abuelo por los franquistas como el origen de su posición política.
Nacido el 28 de julio de 1893 en la localidad pacense de Alange, Juan era hijo de un teniente de infantería, Sebastián Rodríguez. En 1913 entró en la Academia de Infantería de Toledo, y seis años después marchó al norte de África, donde combatió contra los rifeños, teniendo entre sus mandos nada menos que al general Sanjurjo, que luego jugaría un papel muy importante en la sublevación del 36. Lozano consigue en África la Cruz del Mérito Militar por su actuación contra los moros. En 1923 es nombrado capitán y regresa a la Península, primero a Lérida y luego a León. En esta última ciudad se encuadra en el Regimiento de Infantería Burgos nº 36.
Con este mismo regimiento participará en la represión contra los mineros asturianos, levantados en armas el 5 de octubre de
La columna en la que va el capitán Lozano consigue entrar el mismo día 12 en Campomanes, "asistiendo a los reconocimientos que se verifican sobre los Montes que ocupan los rebeldes", según describe textualmente su hoja de servicios. Dos días después, el 14, Lozano participa en la toma de Ronzón, y es allí donde está a punto de perder la vida, según cuenta su hoja de servicios, ya que cuando va a entrar en el pueblo es "intensamente tiroteado" por los mineros.
El capitán Lozano permanece en Vega del Rey hasta el día 18, en que los insurrectos deciden entregar las armas en toda Asturias. Con el fin de la lucha armada, la columna del capitán Lozano entra en Pola de Lena y Ujo. El día 19 llega a Mieres, localidad de la que es nombrado gobernador militar el coronel
Este documento viene a demostrar, por tanto, que el capitán Lozano mantuvo su lealtad a la República bajo un Gobierno de derechas durante la Revolución de Asturias, como hizo después bajo un Gobierno de izquierdas en 1936. Esta lealtad le costó finalmente la vida, pero su particularidad es que también pudo perder la vida dos años antes, bajo las balas de los mineros izquierdistas, cuando fue a sofocar la revolución emprendida por el mismo partido del que su nieto es hoy secretario general.
"Intensamente tiroteado" por los mineros
La hoja de servicios del capitán Juan Rodríguez Lozano relata así su actuación contra los mineros asturianos:
"En 15 de septiembre marchó por ferrocarril con su Coronel Don Vicente
1 comentario:
Mejor historial el del General Yague Blanco
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