11 de octubre de 1998, entrevista en El País:
"Es un gravísimo error poner precio político al cese de la violencia y sería inaceptable que cualquier solución estable al problema del terrorismo se planteara sobre fórmulas no integradoras, que conduzcan al enfrentamiento. Yo espero que cuaje esta oportunidad para la paz y trabajo para que cuaje, pero desde esta actitud flexible, los demócratas no podemos aceptar imposiciones. Quien puede dar pasos para conseguir la paz es quien está en guerra."
"Nosotros nunca hemos jugado con una carta encima de la mesa y otra debajo, incluso en los momentos más duros. Siempre he rechazado los atajos y nuestra aportación a la paz ha sido la firmeza democrática con los medios que nos da el Estado de Derecho. No hemos renunciado a ningún principio para llegar a este nuevo escenario."
26 de septiembre de 1998, San Sebastián:
"Cuando hablo de generosidad –quiero que se interprete bien porque hay algunos despistados-, lo digo con toda sinceridad y sin ninguna reserva, pero lo digo también sabiendo que una democracia y un Estado de Derecho no tiene rehenes que un Gobierno utiliza según le conviene al amparo del cese de la violencia o de una tregua, como se le quiera llamar; sino que un Gobierno tiene principios que respetar, leyes que cumplir y Estado de Derecho que mantener en todo momento. Eso es lo que hace este Gobierno."
23 de octubre de 1998, Vitoria:
"Yo quiero dar la garantía a todos los vascos de que en este país las reglas se van a respetar y nadie va a quebrar las reglas, ni por las buenas ni por las malas; nadie va a quebrar las reglas. Las reglas se mantendrán como garantía de convivencia y de futuro de todos los vascos. Nadie va a conseguir pegar una patada en el tablero y mandar los esquemas de convivencia de los vascos a otro lugar o a otro mundo, sencillamente porque quiera imponer los dictados de la violencia, los dictados de la exclusión, los dictados del aprovechamiento indebido, de una nueva situación."
"Lo que al final nos están diciendo con eso es que la paz tiene precio; lo que nos están diciendo con eso es que, según ellos, será inevitable que, si la paz entra por la puerta, la democracia salga por la ventana."
17 de septiembre de 1998, declaración sobre el comunicado de ETA, Lima, Perú:
"No quisiera que, una vez más, esa esperanza pueda transformarse en frustración; frustración porque estemos ante un movimiento táctico o frustración porque se ponga precio a la paz, olvidando el marco de convivencia que nos hemos dado, olvidando el respeto a la voluntad popular u olvidando el conjunto de valores en el que se asienta nuestra democracia y nuestras libertades."
"La afirmación cívica y democrática de la sociedad frente a la violencia, la fortaleza del Estado de Derecho como garantía de nuestras libertades y nuestro marco constitucional y estatutario han sido las referencias constantes de la búsqueda de la paz, y siguen siendo plenamente vigentes."
22 de junio de 1999, Debate del Estado de la Nación, Congreso de los Diputados:
"...la paz no tendrá precio ni hipoteca. El orden constitucional que los españoles nos dimos no se puede romper ni se romperá ni matando ni por dejar de matar."
"…de lo que se trata es del punto 10 de Ajuria Enea. ¿Y qué establece ese punto 10 del Pacto de Ajuria Enea? Establece, Señoría, que no hay diálogo político; que se trata de saber si hay condiciones para el final de la violencia y que no hay diálogo político."
"Estamos haciendo una política que consiste exactamente en lo que he comentado en algunas ocasiones: dar pasos para la consolidación de una paz auténtica y verdadera, no aceptar el precio que algunos quieren cobrar ni la recompensa que algunos quieren cobrar y exigir el respeto a las reglas del juego de la Constitución y del Estatuto de Autonomía."
"¿Por qué se quieren cobrar un precio político, Señoría, sin respetar las reglas del juego democrático? ¿Por qué tenemos que renunciar al punto de encuentro de la Constitución o del Estatuto porque quieran cobrar un precio aquellos que llevan pasando factura treinta años a la sociedad española?"
4 de octubre de 1999, Conferencia de Prensa:
"Las reglas son muy claras desde el punto de vista de lo que es el respeto al juego institucional y el establecimiento de una paz sin ningún tipo de condiciones."
2 de octubre de 1998, declaración sobre el comunicado de ETA:
"La paz no puede estar sujeta a contrapartidas políticas ni es un medio para alcanzar posiciones de ventaja. Ahora no hay otro esfuerzo más importante para los demócratas que el que requiere el afianzamiento de la paz sin precio."
16 de junio de 1999, respuesta parlamentaria a Felipe Alcaraz, Congreso de los Diputados:
"Se trata de lograr el cese definitivo de la violencia y quiero garantizar que en el ámbito y el límite de la interlocución, en ningún caso incluye, ni incluirá ninguna contraprestación política."
26 de febrero de 1999, conferencia de Prensa, Petersberg, Alemania:
"Hay un límite, que es no quebrar las reglas, y hay un campo de juego, que es la Constitución y el Estatuto de Autonomía del País Vasco."
"A mí me preocuparía mucho recibir una felicitación de ETA, mucho, y yo estoy seguro de que los que han recibido la felicitación de ETA tienen muchos motivos para estar preocupados."
18 de diciembre de 1998, declaración sobre el anuncio de la tregua de ETA, Palacio de la Moncloa:
"El cese definitivo de la violencia no es un objetivo partidista, ni un dictado humillante ni la contrapartida a un precio político."
28 de enero de 1999, Entrevista en El Mundo:
"Lo que no se puede pretender es sacar ventajas por el hecho de dejar la violencia."
26 de abril de 1999, Universidad de Harvard, EEUU:
"Por dejar de matar no se puede pedir el precio de que dejemos de creer en nuestra Constitución o en el Estatuto."
4 de marzo de 1999, entrevista en Antena 3 TV:
"Ejerciendo el terror y la violencia se han querido conseguir objetivos políticos y no se han conseguido. Por dejar la violencia no vamos a pagar los españoles ningún precio que les permita conseguir esos mismos objetivos; ninguno."
16 de marzo de 1999, conferencia de Prensa, Palacio de la Moncloa:
"¿Tienen que demostrar una voluntad de paz los concejales del Partido Popular en el País Vasco, o los representantes del Partido Socialista, u otros representantes de partidos democráticos, o tienen que demostrar una voluntad de paz los que les hacen la vida imposible? ¿Tiene que demostrar una voluntad de paz el Presidente del Gobierno después de haber soportado los más duros y crueles embates de la violencia terrorista, o tiene que demostrar, sobre todo, una voluntad de paz quien se haya dedicado a matar o a asesinar?"
4 de marzo de 1999, entrevista Antena 3 TV:
"Y yo con 156 ó con 180 [diputados] le diría lo mismo: que la paz no tiene precio, y que la Constitución y el Estatuto son el marco en el cual nos tenemos que mover y nos vamos a mover."
"ETA quiere cobrar un precio por dejar de matar, y son ellos los que tienen que demostrar la voluntad de paz. Nosotros los demócratas, los que estamos aquí, los que nos están viendo, no tenemos que demostrar nada."
16 de marzo de 1999, conferencia de Prensa:
"Entonces, comprenderá que yo no le puedo dar el más mínimo crédito a alguien que pueda decir que, para hacer la paz o para conseguir una situación de paz en el País Vasco, es inconveniente, nada menos que, si se produce la circunstancia y se produce la ocasión, la detención de todo el aparato responsable de los atentados de
18 de diciembre de 1998, declaración sobre el anuncio de la tregua de ETA, Palacio de la Moncloa:
"El cese definitivo de la violencia no es un objetivo partidista, ni un dictado humillante ni la contrapartida a un precio político."
16 de junio de 1999, respuesta parlamentaria a Felipe Alcaraz, Congreso de los Diputados:
"No aceptamos ninguna contrapartida por que se deje de hacer lo que nunca se debió hacer."
"No habrá contrapartidas políticas, ni habrá premios, ni se pagarán precios, ni recompensas."
13 de abril de 1999, entrevista a CBS TV, EEUU:
"Si ETA no ha conseguido sus objetivos matando o asesinando, por la violencia, no va a conseguir sus objetivos porque pida un precio por dejar de hacerlo; simplemente, hay que dejar de hacerlo."
6 de mayo de 1999, Fundación Tomás Caballero, Pamplona:
"Y eso [el asesinato de Tomás Caballero] es también lo que justifica el esfuerzo permanente de no ceder, en ningún caso, ante los que han intentado, por la vía del terror o por la vía del crimen, imponer su exclusión totalitaria en el País Vasco o su exclusión totalitaria a la mayoría de los españoles, o ante los que quieren cobrar un precio por dejar de hacer lo que nunca debieron empezar a hacer hace muchos años."
"Nosotros hemos dicho claramente que esa paz no puede tener un precio y no tendrá un precio. No se puede pedir un precio, ni directa ni indirectamente, por dejar de matar o por dejar de hacer, como he dicho antes, lo que nunca debió hacerse."
"Lo que no va a ser posible y lo que no es posible, en todo caso, quiero decir, es que ni el Gobierno ni las fuerzas democráticas en general dejen de creer en el Estado de Derecho, dejen de aplicar la Ley o prescindan de lo que significa esa guía fundamental que es la de no pagar ningún precio por la paz."
22 de junio de 1999, Debate del Estado de la Nación, Congreso de los Diputados:
"Ni somos nosotros, ni son los señores del Grupo Socialista, ni la gran mayoría de esta Cámara, los que podemos decir: tenemos que rebajar las exigencias democráticas. No es verdad, Señoría. Tenemos que mantener las exigencias democráticas, tenemos que mantener la vigencia del Estado de Derecho y tenemos que hacer posible con nuestras acciones que, naturalmente, se produzca algo tan difícil hasta ahora, porque lo han hecho así algunos, como sea vivir en paz y tener derecho, efectivamente, a una vida en convivencia, sin exclusiones y en paz. De eso es lo que se trata."
"Lo que no voy a aceptar es que los que llevan treinta años pasando factura a los españoles nos quieran pasar una factura por haber dejado de matar. Es lo que no voy a aceptar, Señoría. Y no lo voy a aceptar en término de cambio de reglas del juego."
"…de lo que estamos hablando, justamente, es de la incorporación de grupos que no aceptaban las reglas y que deben aceptar las reglas. Ahora, si a mí me lo preguntan y lo que me dicen es ‘es que, por hacer eso, usted tiene que pagar’, pues yo le digo a usted que no si el precio consiste en quebrar las reglas democráticas, porque en ese momento no solamente estaremos haciendo imposible la democracia en nuestro país; estaremos haciendo imposible la democracia en el País Vasco y estaremos, absolutamente, renunciando a todos los valores que responden a la fortaleza, a la superioridad, del sentimiento y de la conciencia democrática."
10 de octubre de 1999, conferencia de prensa tras Consejo de Ministros:
"A lo que no estoy dispuesto es a un proceso que consista en desbordar la legalidad o, si usted me lo permite, a que el Estado quiebre, o que se cobren ganancias por el hecho de dejar de matar."
14 de julio de 1999, entrevista en Corriere della Sera:
"Hay gente que pone un precio sobre el hecho de que ya no mata, un precio que el Gobierno se niega a pagar. Las reglas del juego democrático deben ser respetadas y serán respetadas."
9 de mayo de 1999, entrevista en ABC:
"Lo que hará y está haciendo el Gobierno es articular una política que facilite la normalización definitiva de la vida del País Vasco, pero sin pagar ningún precio porque se deje
21 de julio de 1999, conferencia de Prensa, Líbano:
"La política del Gobierno es bien conocida y el compromiso del Gobierno por seguir actuando, trabajando, para la consolidación, sin precios políticos y sin quiebra de las reglas del juego, de la posibilidad de consolidar la paz en el País Vasco, va a seguir siendo nuestra actitud."
1 de octubre de 1999, conferencia de Prensa en el Palacio de la Moncloa:
"La paz exige el cese definitivo de la violencia y, naturalmente, la aceptación de las reglas de juego. Cuando yo he hablado tantas veces de que la paz no tiene precio, significa que no se puede pretender cobrar un precio y quebrar las reglas por el hecho de dejar de hacer lo que nunca se debió hacer, que es matar."
4 de octubre de 1999, conferencia de Prensa en el Palacio de la Moncloa:
"Los que matan, los que secuestran, los que extorsionan, los que presionan a los demás, los que impiden una vida normal, deben dejar de hacerlo. De eso se trata, fundamentalmente, y no hay por qué pagar ningún precio para ello."
23 de septiembre de 1998, respuesta parlamentaria a Josep Borrell, Congreso de los Diputados:
"Convendrá su Señoría conmigo que lo primero, por encima de todo, es que los que han estado y los que siguen con las amenazas pasen de las palabras a los hechos, y se consolide una situación fiable. Desde luego, la paz, la paz sincera, la paz seria, no es cuestión de días, ni puede estar sujeta al intento de división de los demócratas, ni puede estar sujeta al intento de tener ventajas electorales, ni puede estar sujeta al intento de ningún tipo de reorganización."
11 de octubre de 1998, entrevista en El País:
"No es a los demócratas a quienes toca hacer gestos de distensión porque en ningún caso hemos hecho gestos de agresión."
16 de octubre de 1998, entrevista en la emisora portuguesa Radio Renascença:
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