Antonio L. Golmar: El Gobierno tibetano en el exilio ha democratizado paulatinamente sus prácticas y estructura. Así, en 1963 la administración de Dharamsala promulgó una Constitución que entre otras cosas prevé la destitución del propio Dalai Lama. Además de esto, en los años 60 se creó una Asamblea Nacional Tibetana cuyos miembros son elegidos en la actualidad por sufragio universal de todos los exiliados, cuya tasa de alfabetización es superior al 80%. Este parlamento elige a su vez a un Gobierno y posee iniciativa legislativa. En 1992, el Dalai Lama renunció a jugar un papel político en el futuro Gobierno del Tíbet y en 2000 propuso cambios en la Constitución para que el primer ministro fuera elegido directamente por el pueblo. […] Pensar que China vaya a admitir con facilidad que un hombre que expresa su admiración por intelectuales como Karl Popper, Amartya Sen y el mismísimo Robert Nozick, aplaudió la caída de la Unión Soviética y agradeció el papel jugado por Estados Unidos y Europa en su fin y afirma que "cuanto más aprendan los tibetanos sobre su potencial individual y su capacidad para jugar un papel en su propio gobierno, tanto más fuerte devendrá nuestra sociedad" ocupe la jefatura de un gobierno tibetano autónomo pertenece al mundo de los sueños. …sigue
- Eduardo Robredo ofrece otra versión distinta: Teoliberalismo
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