Ni Zapatero ni Llamazares ni Soria niegan que Montes sedara de manera indiscriminada y sin permiso [del paciente ni de sus familiares]; lo que niegan es que ello sea un crimen, que es algo bien distinto. […] lo que está claro es que la política de Zapatero es estricta y explícitamente contraria a cualquier principio del humanismo cristiano, incompatible con los principios más rudimentarios del catolicismo, y más allá de ello, con la tradición ética y moral grecolatina. Se puede ser cristiano y socialista, pero no aquí. En la España de 2008 no se puede participar, apoyar o consentir el proyecto de Zapatero y declararse cristiano al mismo tiempo… sigue en Libertad Digital
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