Libertad Digital. Noche del 11 de marzo de 2004. Rodríguez Zapatero, entonces candidato, llama al director de un diario asegurándole que hay terroristas suicidas en los trenes. "Nos lo dice gente de dentro" [de la Policía], le indicó a Pedro J. Ramírez, y éste lo reveló tres años después, el pasado mes de abril. La intoxicación era replicada inmediatamente por la SER, que la convierte en el eje de su relato sobre los atentados. De nada sirvió el rápido desmentido del entonces portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana. La mentira había cumplido su objetivo. La mecha contra el PP prendió. Cuatro años después, el PSOE –ahora con todo el poder del Gobierno en sus manos– se prepara para una segunda noche de cuchillos largos. Diga lo que diga la sentencia del 11-M, la arrolladora propaganda gubernamental está a punto para ser lanzada contra la Oposición política y periodística.
La SER, en aquellos días dirigida por Antonio García Ferreras –hoy ejecutivo de La Sexta– no dejó de dar credibilidad en ningún momento a sus "tres fuentes de la lucha antiterrorista", a pesar del enorme flujo de información pública que salía del Gobierno, casi a un ritmo de rueda de prensa por hora, un esfuerzo de transparencia jamás desplegado por ningún otro gobierno del mundo ante una crisis terrorista de dimensiones tan gigantescas como la que se declaró en España en aquellos días.
Lo que no se supo entonces es que el origen de una intoxicación clave en el clima de amedrentamiento que desembocó en el acoso a las sedes del PP o el intento de linchamiento a Piqué y Rato en Barcelona, nació del propio candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. Lo revelaría tres años después –el pasado mes de abril– el director de El Mundo, en una de sus cartas dominicales: Zapatero en persona lo había llamado tres veces durante la tarde-noche de esa jornada. La última llamada fue para informarle de que había terroristas suicidas en los trenes donde estallaron las bombas del 11-M.
La campaña ya ha comenzado, con una deliberada presión al Tribunal del 11-M en vísperas de la lectura de la que probablemente sea la sentencia más importante de la etapa democrática. Todo el mundo en el PSOE y en el Gobierno, desde el presidente al ministro de Justicia, parece conocer el fallo. Dan por hecho que ratificará la versión oficial y establecerá condenas para los 29 encausados.
Pero, como han señalado Pedro J. Ramírez y Luis del Pino, lo importante de la sentencia de mañana no serán cuántos son condenados y cuántos son absueltos, o en qué medida se recogen las peticiones de condena de la Fiscalía, sino lo que la sentencia diga sobre las pruebas y en calidad de qué se establecen las condenas, si como autores intelectuales o como simples ejecutores.
Documento imprescindible:
Lo que pasó del 11 al 14M. La SER: de los falsos terroristas suicidas al riesgo del estado de excepción.
Moraleda augura que habrá una "sentencia política" sobre los atentados del 11-M
Las voces dentro del Gobierno y el PSOE que adelantan el fallo del juicio del 11-M aumentan a medida que se aproxima la fecha de la lectura de la sentencia. Fernando Moraleda ha proclamado que junto a la que dictará Gómez Bermúdez, habrá "otra sentencia política que pondrá en la picota a quienes han hecho creer a los ciudadanos que el PSOE tenía algo que ver con esos atentados".
Manjón anuncia que si no aparece la guerra de Irak como causa del 11-M recurrirá la sentencia
La presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo ha dicho en Cuatro que si no aparece en la sentencia que la causa del 11-M fue la guerra de Irak recurrirá la decisión "por política". Manjón aprovechó la ocasión para denunciar la "teoría de la conspiración" que "se inventaron" y que, según ella, era "una teoría fundamentalmente económica".
1 comentario:
Totalmente de acuerdo.
Las declaraciones de la Manjón, impresentables como siempre. Entiendo que quiera que se condene a los culpables, pero que se les condene aunque no sean culpables, eso ya es otra cosa...
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