La espeluznante escena de la ejecución de Saddam Hussein, aparte de repugnar a cualquier espíritu sensible, pone de manifiesto la infinita torpeza con que se desarrollan las cosas en Irak. Que no se me diga que el juicio, condena y ajusticiamiento del tirano ha sido un asunto interno iraquí, porque a nadie se le oculta que el gobierno de Irak es un títere de los Estados Unidos. Con un mínimo de voluntad nos podían haber ahorrado este espectáculo que avergüenza a cualquier persona civilizada.
Con independencia de la postura personal de cada uno respecto a la pena de muerte, e incluso de la oportunidad de esta muerte concreta (por la que no derramaré una lágrima, dicho sea de paso), cuando los poderes públicos recurren a la que constituye la expresión máxima y más dramática de su poder y su autoridad (quitar la vida a uno de sus ciudadanos), les es exigible que esa decisión extrema no se convierta en un espectáculo público, en un linchamiento filmado con teléfonos móviles, desarrollado en escenarios sórdidos y con el reo teniendo que soportar en sus últimos minutos de vida insultos y escarnios de sus verdugos.
Saddam Hussein era un asesino sanguinario y cruel, y es lástima que no pudiese ser juzgado por sus otros crímenes innumerables. También es cierto que la peculiar idiosincrasia de los países árabes se recrea en las imágenes de muerte y violencia, y que en un país tan escarmentado la única posibilidad de que los ciudadanos crean que el monstruo realmente ha desaparecido es retransmitiendo en directo cómo su cuello se fractura al caer el cuerpo por
vía Foro Liberal
1 comentario:
En lo sustancial estoy bastante de acuerdo contigo (y con el Vaticano, por cierto) no se debía haber ajusticiado a Sadam. Disiento en parte con el análisis de la responsabilidad USA, porque quizá el gobierno de Irak no sea tan títere como dices, entre otras cosas está configurado pon una mayoría chií (y ese es el orígen de la difusión y de la chapuza de la ejecución; la venganza ) que es por cierto muy "oriental".
Inclusive acumulan un error encima de otro, porque ¿a qué viene enterrarlo en su pueblo?¿para convertirlo ahora en un lugar de peregrinación?
Están tan metidos en un laberinto que no saben por donde se andan.
Publicar un comentario