Barajas no es Omagh

Era de esperar que los defensores del proceso emprendido en mala hora por nuestro presidente del gobierno, tan aficionados a comparar tal proceso con el irlandés, buscaran un paralelismo entre lo que ha sucedido este sábado y lo que pasó en Omagh en 1998. La comparación, a mi modo de ver, no es justa, ya que:

1. Lo que pasó en Omagh fue la respuesta de una facción del IRA a la firma de los Acuerdos de Viernes Santo. El brutal atentado del sábado fue, según palabras del propio Ministro del Interior, obra de ETA, no de una facción rebelde, fuera de control, ajena al proceso.
2. Tras el atentado de Omagh el Sinn Fein condenó el hecho sin ambages, diría que por primera vez en su historia. ETA-Batasuna no lo ha hecho. Al contrario: Lo ha justificado. Lo entiende.

Aprovecho para hacer algunas consideraciones más a los defensores de la "suspensión" frente a la necesaria "ruptura":

A. El llamado "conflicto vasco" puede resolverse políticamente, tras un cambio constitucional. Quiero decir que existe una vía estrictamente política para la posibilidad de dicho cambio.
B. ETA-Batasuna teme que esa vía no lleve a su objetivo último: Convertir Euskadi en una república socialista que incluya Navarra y otros territorios bajo soberanía francesa. Por eso prefiere seguir utilizando el terror y el engaño contra los sucesivos gobiernos españoles en busca de su claudicación.
Por tanto, algunos, desde hace mucho, creemos que el inicio del proceso esbozado en A sólo es posible si (a) ETA-Batasuna se rinde y acepta participar sin armas en dicho proceso, o (b) ETA-Batasuna es destruida mediante la acción que le cabe ejercer al Estado. Cualquier otra posibilidad supone ignorar lo que sabemos con certeza de ETA-Batasuna: Que tienen armas y explosivos, que quieren tener más, y que están más que dispuestos a usarlos contra nosotros. Mientras sea así, no hay "proceso" que valga.

Vía Radikales libres

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