La opinión pública casi en bloque da por hecho que Zapatero volverá a negociar con ETA, considera que es necesario el acuerdo PP-PSOE para lo contrario, derrotar a la banda, y, sobre todo, es incapaz de digerir que un terrorista como De Juana Chaos quede en libertad por negarse a comer. Son datos contundentes los que arroja el barómetro de Metroscopia y que vienen a confirmar el otro fracaso de Zapatero en su afán por buscar el «final dialogado» del terrorismo: el de convencer a esa opinión pública de las bondades de sus planes.
El presidente del Gobierno ha intentado durante toda la legislatura que cale entre los ciudadanos la idea de que «algo hay que darlos» -a los etarras- para alcanzar la ansiada «paz» que predica. El argumento máximo era que los terroristas llevaban mucho tiempo sin matar. El objetivo de Zapatero era que los ciudadanos aceptaran las cesiones ante la banda con anestesia previa de «proceso de paz».
Los socialistas temían que la sociedad no estuviera lo bastante «madura» para admitir compensaciones a ETA, aunque fueran muy disimuladas y a plazos. La banda dejó claro en la T-4 que las quiere ya y por derecho. La opinión pública lo ha entendido todo, incluso que Zapatero sigue abrazado al «diálogo» con los terroristas. Por supuesto que considera positivas las grandes ideas o conceptos tales como «la unidad», pero también expresa un rechazo absoluto al detalle de las cesiones, como la de permitir que un etarra, caso De Juana, con múltiples asesinatos a la espalda, en vez de arrepentirse y pedir perdón, amenace por escrito y con publicidad. Incluso los votantes seducidos por «el proceso» no quieren ver terroristas libres o victoriosos.
La apuesta de Zapatero por la negociación con ETA no choca sólo con el Estado de Derecho, los jueces, las víctimas de la banda y la oposición del PP, también lo hace con la opinión pública, que sigue «inmadura» y, además, vota.
vía ABC
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