Amenazas de muerte de un candidato de ERC a líderes del PP catalán

Sus primeras consignas son «gora ETA, gora ETA». Después de gritar «hijos de puta» dirige el dedo índice de su mano derecha al cuello y hace gesto de degollarlos: «Muertos, todos muertos, todos muertos», «hijos de puta», «cabrones».
La agencia de detectives Método 3 y EL MUNDO han conseguido poner nombre a la cara de uno de los que amenazaron de muerte a los dirigentes del PP en la pasada Diada. Se trata de Marc Palacios y es un dirigente de ERC que acudió en las listas de este partido a las últimas municipales por Montmeló. Como recogieron las cámaras de televisión, Marc Palacios empieza a chillar cuando la comitiva llega a su altura. Sus primeras consignas son «gora ETA, gora ETA». Poco a poco se va calentando. Después de gritar «hijos de puta» en un par de ocasiones, el joven dirige el dedo índice de su mano derecha al cuello. Una, dos, tres y hasta cuatro veces hace este gesto que va de un lado a otro de la garganta. Inconfundible. Sus aspavientos los acompaña de palabras que no dejan lugar a la duda: «Muertos, todos muertos, todos muertos» y añade un nuevo «hijos de puta» y un «cabrones» por si no queda claro. Marc mira en todo momento fijamente a los dirigentes del PP que caminan acompañados de redactores y cámaras de televisión que filman la secuencia.
Según un informe elaborado por la agencia de detectives Método 3, «el autor de las amenazas e injurias contra los miembros del Partido Popular de Cataluña el 11 de septiembre es Marc Palacios i Manuel». Este joven se presentó en las pasadas elecciones municipales en Montmeló en la candidatura de ERC encabezada por Xavier Castells i Boliart, actual concejal de esta población. En la publicación interna de la formación, Marc se presentaba así: «Tengo 31 años y trabajo en el ramo de la alimentación. Desde muy joven he estado comprometido en la lucha de la identidad como pueblo y como país. Lengua, cultura, no olvidar el pasado y trabajar para el futuro». En catalán, claro.
Los hermanos de Marc también se dedican a la política y algunos incluso ocupan cargos en el Ayuntamiento de Montmeló por el PSC-Progrès Municipal.
No fueron las únicas amenazas e insultos que recibieron los dirigentes del PP catalán durante la Diada. Desde primera hora de la mañana, miembros del grupo Unitat Nacional Catalana se encargaban de amedrentar a la mayoría de formaciones políticas que desfilaban. Cuando los concejales del Ayuntamiento de Barcelona se acercaron al monumento a Rafael de Casanova, Alberto Fernández Díaz fue la diana sobre la que los alborotadores dispararon sus improperios. «Alberto, mira bajo tu coche, hijo de puta» se pudo escuchar.

La prueba física y su identidad son tan indiscutibles que los Mossos d'Esquadra deberían actuar sin demora. Pero, además de las responsabilidades penales a las que Palacios debería hacer frente -delito de amenazas, injurias, enaltecimiento de terrorismo- todos los ojos están puestos en ERC, que debería expulsar de inmediato de sus filas a semejante energúmeno. Sin embargo, puesto que hasta el Gobierno ha dado carta blanca a estas amenazas diciendo que son «normales» y que el PP debería aprender a «convivir», las esperanzas son pocas.

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