Y después dicen que nosotros (los liberales) somos nacionalistas españoles. No, señores. A nosotros nos da igual si la película es de Almódovar o Mel Gibson. Lo que nos gusta es el buen cine. Y no nos gusta nada pagar con nuestros impuestos cosas inútiles o mediocres. Lo que pasa es que no queremos que decidan lo que se explicará a nuestros hijos en clase de historia Ibarretcxe o Carod-Rovira, ni que juzguen a Otegui jueces vascos. Creemos que sería más justo decidir algunas cosas desde Madrid o Bruselas.
Un 93 por ciento de las salas de cine, en total 3.770, secundaron este lunes el cierre patronal convocado por la Federación de Cines de España (FECE) que se opone así a la Ley de Cine que tramita el Gobierno y que les obliga con una cuota de pantalla a proyectar una película española o europea de cada cuatro exhibidas.
L D (EFE) Madrid (95%), Andalucía (95%) y Cataluña (90%) son las Comunidades donde el seguimiento del cierre ha sido mayoritario y les siguen Galicia, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Baleares con un 88%. Esto supone, según estimaciones de la FECE -que controla un noventa por ciento de las salas- unas pérdidas de un millón de euros. Las salas que secundan la huelga han colgado un cartel en sus taquillas en el que anuncian el cierre patronal y en el que se puede leer: "la ley que tramita el Gobierno acabará con el cine en los cines".
Los exhibidores en huelga piden "la supresión de la cuota de pantalla o una serie de contraprestaciones fiscales o de otro tipo a cambio de lo que ésta supone, y que se reconozca que una sala en la que se proyecta cine español es una sala abierta y vacía, lo que supone una gran pérdida". También piden que las 'ventanas', como se conoce al tiempo que tiene que pasar entre el estreno de una película y su difusión en la tele o en vídeo, sea de un período mínimo de seis meses, y que "se acabe con la competencia desleal de las grandes compañías americanas".
Para la FECE, "las películas que se hacen en España interesan muy poco a la gente", ya que, según sus propios datos, "la cuota de pantalla para el cine español en lo que va de año es del cinco por ciento", o sea, que de cada cien espectadores, sólo cinco ven cine español.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, ha declarado recientemente que retirar la cuota de pantalla "sería una contradicción insostenible desde el punto de vista de la racionalidad, ya que esta ley se hace para mejorar el cine de nuestro país". Es decir, pretende que las salas financien una especie de escuela para hacer cine.
Curiosamente, los niños mimados del Gobierno socialista que salen a la calle a dar la cara por Zapatero cada vez que tiene problemas, los actores, también mostraron su malestar con la Ley de Cine porque aseguran que se les "ignora absolutamente" en su tramitación y no se les reconoce como creadores, pero dijeron estar esperanzados por el hecho de que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, les va a recibir esta semana y de que la ley no se tramitará hasta septiembre, porque los Grupos Parlamentarios han pedido entrevistarse con todos los sectores. Claro que la actriz Pilar Bardem, presidenta Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE), y principal defensora del gobierno dejó claro que los actores no están en contra de la ley de cine, porque el cine español tiene que ser defendido y se mostraron en desacuerdo con los exhibidores, porque la cuota de pantalla es "totalmente necesaria" para que ellos puedan recibir subvenciones.
Los exhibidores en huelga piden "la supresión de la cuota de pantalla o una serie de contraprestaciones fiscales o de otro tipo a cambio de lo que ésta supone, y que se reconozca que una sala en la que se proyecta cine español es una sala abierta y vacía, lo que supone una gran pérdida". También piden que las 'ventanas', como se conoce al tiempo que tiene que pasar entre el estreno de una película y su difusión en la tele o en vídeo, sea de un período mínimo de seis meses, y que "se acabe con la competencia desleal de las grandes compañías americanas".
Para la FECE, "las películas que se hacen en España interesan muy poco a la gente", ya que, según sus propios datos, "la cuota de pantalla para el cine español en lo que va de año es del cinco por ciento", o sea, que de cada cien espectadores, sólo cinco ven cine español.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, ha declarado recientemente que retirar la cuota de pantalla "sería una contradicción insostenible desde el punto de vista de la racionalidad, ya que esta ley se hace para mejorar el cine de nuestro país". Es decir, pretende que las salas financien una especie de escuela para hacer cine.
Curiosamente, los niños mimados del Gobierno socialista que salen a la calle a dar la cara por Zapatero cada vez que tiene problemas, los actores, también mostraron su malestar con la Ley de Cine porque aseguran que se les "ignora absolutamente" en su tramitación y no se les reconoce como creadores, pero dijeron estar esperanzados por el hecho de que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, les va a recibir esta semana y de que la ley no se tramitará hasta septiembre, porque los Grupos Parlamentarios han pedido entrevistarse con todos los sectores. Claro que la actriz Pilar Bardem, presidenta Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE), y principal defensora del gobierno dejó claro que los actores no están en contra de la ley de cine, porque el cine español tiene que ser defendido y se mostraron en desacuerdo con los exhibidores, porque la cuota de pantalla es "totalmente necesaria" para que ellos puedan recibir subvenciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario